Sin Límites
Por Raúl Torres Salmerón
*Lecciones del enfrentamiento entre militantes de izquierda contra el régimen panista
Debemos tener cuidado cuando la historia se repite. No la entendemos y menos aprendemos. Se oían los tambores de guerra desde antes de las elecciones y empezó un conflicto electoral cuya magnitud aún no se ve clara, pero que incidirá en la vida poblana.
Las huestes del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) de clara tendencia izquierdista se han enfrentado al régimen panista que representa el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y en especial su continuismo en la candidata del PAN, Martha Erika Alonso de Moreno Valle.
Antaño, en la mayoría de conflictos sociales de Puebla, era la lucha entre la izquierda, representada por los jóvenes comunistas de la Universidad de Puebla en contra del régimen priísta en turno. La izquierda contra el gobierno. El fenómeno se acaba de repetir, ahora entre militantes de partidos antagónicos. Nuevamente la izquierda contra la derecha.
No hace falta profundizar en los hechos sucedidos. Ya han tenido gran difusión mediática a nivel estatal y nacional y en las famosas redes sociales.
Militantes, candidatos y dirigentes de la coalición MORENA-PT-PES irrumpieron en el hotel M&M donde funcionaba un centro de operación electoral del PAN, que según versiones, alteraba los resultados de las casillas de elección de gobernador.
Los nombres de actores que salieron a la luz pública dan a que pensar a qué se dedicaba ese centro. Nada más y nada menos que dos operadores electorales de notable fama, Omar Blancarte Montaño, Eukid Castañón Herrera y el magistrado del Tribunal Superior de Justicia Raymundo Israel Mancilla Amaro. Hubo 63 personas detenidas que trabajaban en lugar.
Los morenos irrumpieron violentamente al inmueble para exhibir un laboratorio electoral. Desde jóvenes panistas hasta líderes del albiazul, acusaron agresiones y robo; del lado de los morenos hubo descalabrados y gente aprehendida. La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) investiga.
Los candidatos Miguel Barbosa Huerta y Marta Erika Alonso de Moreno Valle no han dado la cara.
El martes por la noche, miles de poblanos marcharon contra la impunidad y pidieron que el IEE revise y nuevamente cuente los paquetes electorales. Se anuncian movilizaciones. Piden judicializar la elección.
Por todo lo anterior, vale la pena señalar con brevedad, antiguos conflictos políticos y sociales en Puebla, sobre todo para aquellos políticos y funcionarios fuereños que desconocen la historia de Puebla:
SEIS GOBERNADORES EN DOCE AÑOS
El general Antonio Nava Castillo, arbitrario y prepotente, electo gobernador en 1963, tras 20 meses y 20 días solicitó licencia por conflictos con universitarios, conocido popularmente como “el problema de la leche”. En esa época la universidad se dividió entre Carolinos y Fuas, es decir, la izquierda contra la derecha.
Lo sustituyó en 1965 Aarón Merino Fernández conocido como el modernizador de Puebla con la instalación de Hylsa y Volkswagen y el entubamiento del río San Francisco.
Otro general, Rafael Moreno Valle fue electo para el periodo 1969 a 1975, que no terminó –estuvo 3 años con 21 días– los conflictos con campesinos hicieron que oficialmente pidiera licencia por “enfermedad”.
Lo sustituyó del 23 de marzo al 14 de abril de 1972, Mario Mellado García. El Congreso nombró sustituto a Gonzalo Bautista O’Farril, alcalde de Puebla Capital, quien gobernó un año 15 días y fue obligado a renunciar por conflictos universitarios. Nuevamente los Fuas y Carolinos pelearon, hubo represión gubernamental y escándalos. En 1972, los expulsados de la UAP fundaron la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Ocupó su lugar Guillermo Morales Blumenkron, un radiodifusor quien concluyó ese sexenio en medio de problemas. El doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara (1975-1981) fue candidato al gobierno. Su lema de campaña reflejaba la situación en Puebla: “Cancelemos odios y rencores”. Logró concluir su sexenio, cosa inusitada en la Puebla de esa época, luego de seis gobernadores en 12 años.
Vale la pena señalar que el mismo Toxqui y los posteriores gobernadores, Guillermo Jiménez Morales, Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett Díaz, Melquiades Morales Flores, Mario Marín Torres y Rafael Moreno Valle Rosas, afrontaron serios problemas.
EL CASO DEL ALCALDE JORGE MURAD
En 1983, cuando gobernaba Guillermo Jiménez Morales, el profesor Jorge Murad contendió por la presidencia municipal de Puebla, en un proceso electoral conflictivo, en el cual los grupos empresariales dieron su apoyo al candidato del PAN, el ingeniero Ricardo Villa Escalera.
Entonces, a la usanza de la vieja escuela, los operadores electorales del gobierno se presentaron en la elección con urnas llenas de votos desde las 8 horas. Villa Escalera reventó las urnas y se inició un largo conflicto que estuvo a punto de nombrarse un Consejo Municipal. Nuevamente la derecha contra el gobierno.
A fin de cuentas, Murad tomó posesión en medio de protestas y marchas generalizadas.
EL CASO DE SAN MIGUEL CANOA
La noche de 14 de septiembre de 1968, en San Miguel Canoa una multitud enloquecida por el fanatismo religioso anticomunista provocó heridas y muertes a labriegos y trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla. Los agraviados fueron Pascual Romero Pérez, Odilón Sánchez Islas, Lucas García García, Ramón Gutiérrez Calvario, Jesús Carrillo Sánchez, Julián González Báez, Roberto Rojano Aguirre, Miguel Flores Cruz, los tres últimos nunca recibieron justicia.
Solamente unos cuantos ejemplos de la turbulenta vida política y social de Puebla. Cuidado.
En fin, como escribió el estudiante de Medicina, Marco Tulio Orduña, en la lucha universitaria de Puebla en 1964:
Fue aquella juventud, viril y fuerte
que la universidad había albergado,
y que al partir hacia el deber sagrado,
no le importó si encontraría la muerte.
Nunca hubo así tan desigual batalla,
se cambiaron las piedras por las balas,
y al desplegar las juveniles alas,
recibieron en los pechos la metralla.