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Libre Expresión / José Antonio Cuellar M.
Alejandro Armenta, rindió protesta como gobernador el 14 de diciembre del 2024, y el próximo domingo, cumplirá sus primeros 100 días al frente del gobierno de Puebla.
Aunque no faltan los agoreros del desastre, que actúan más por envidia y resentimiento, el mandatario va atendiendo cada uno de los compromisos hechos.
Mucha grilla barata, desinformar es el objetivo de quienes aspiraron al poder estatal, tanto de casa como de fuera.
Pero Alejandro Armenta, ha logrado imprimir un sello especial de su gobierno que no se había dado antes, con el “Humanismo Mexicano”, acorde a los tiempos de la 4T, con Claudia Sheinbaum, en la presidencia de México.
En los primeros 100 días de gobierno los esfuerzos han han estado enfocados a fomentar la toma de decisiones gubernamentales para el bienestar humano y la preservación del medio ambiente, para asegurar un desarrollo sostenible, y posicionar a Puebla como un estado con gobernanza humanista.
El reclamo de una Puebla segura, ha sido la principal demanda, y no solo hay nuevos mandos policiales, sino que hay una lucha al interior que combate corrupción e impunidad, mejor equipo y capacitación, nuevas estrategias y acuerdos con otros estados.
Siendo que Puebla capital concentra el mayor número de delitos del estado, y le corresponde atender al ayuntamiento de Pepe Chedraui, el gobernador está dando todo su respaldo para que la situación cambié, y como muestra fueron los buenos oficios de su secretario de seguridad estatal vicealmirante Francisco Sánchez, que frenó el conflicto policiaco capitalino; y permitió la llegada de Félix Payares, a la Secretaria de Seguridad de la Angelópolis.
En otro arista, Armenta impulsa una política que conlleva a la riqueza comunitaria, y que genera certidumbre y confianza.
Las palabras convencen pero el ejemplo arrastra, y Armenta, pone el ejemplo con jornadas comunitarias de limpieza en los municipios, da banderazo de nuevas obras, genera oportunidades de empleo y organiza a la sociedad.
Para quienes cuestionar al gobierno armentista, sentados en las cafeterías y restaurantes, solo se ocupan de preguntarse si Armenta ajustará su gabinete, sean secretarios o subsecretarios; quisieran que rodaran cabezas como signo de ineficiencia gubernamental.
Ya no saben que hacer, le atizan a los conflictos, como el vivido semanas atrás en la corporación policiaca capitalina; o el que aún persiste en la Universidad Autónoma de Puebla; o las protestas frente al Congreso del Estado, por detenciones de malos alcaldes; las movilizaciones contra el ordenamiento del transporte público, o incendios provocados.
En el informe que rinda Armenta de los primeros 100 días de gobierno, no habrá sorpresas, sino él reafirmar su propósito de avanzar en los compromisos hechos al rendir protesta como gobernador.
“Gobernaré para todos con inclusión, con firmeza, pero sobre todo con justicia. Pondré mi mayor empeño en está tarea constitucional, por amor a Puebla”, expresó Armenta al rendir protesta como gobernador.

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