Diariosinsecretos.com.- Este viernes Franco Coppola, nuncio apostólico de México, llamado «Mensajero de la Paz, Justicia y Reconciliación», llegó al municipio de Aguililla, Michoacán, en la zona de Tierra Caliente, para enviar un mensaje de paz en la localidad considerada epicentro de la lucha entre cárteles de la droga, lugar donde fue recibido entre abrazos y con mariachi por la población.
Franco Cappola, lamentó la narcoviolencia que se experimenta en esa entidad y en especial en municipios como Aguililla. Antes de trasladarse al municipio de Michoacán, al oficiar una misa en la Basílica de Guadalupe, el representante del Papa Francisco en el país, expuso:
«Estoy saliendo para ir a Michoacán, a tierra caliente, para expresar la solidaridad, la cercanía del Papa a esta población tan golpeada por la violencia» y precisó, «pongo a ellos (a los habitantes de esa zona) y a todo el pueblo mexicano a los pies de nuestra madre (la Guadalupana), que nos libre de esta violencia que nos azota».
El secretario de Seguridad Pública de Michoacán, Israel Patrón Reyes, informó que se brindaría protección a Coppola, a pesar de que la diócesis de Apatzingan, no solicitó seguridad privada para el nuncio apostólico.
En una camioneta con el escudo de la Ciudad del Vaticano y cuatro banderas de colores amarillo y blanco, el nuncio apostólico, partió desde Apatzingan y pasó por El Aguaje, arribando a Aguililla la mañana de este viernes.
El religioso acompañado por Cristóbal Ascencio García, obispo de Apatzingan, llegó a la glorieta del pueblo, poco antes de las 11:00 horas, donde lo esperaba una multitud. Con consignas como «Viva Aguililla», «Queremos paz» y «Dios bendiga a este pueblo», los habitantes se dirigieron en caminata, siguiendo una figura monumental de El Santísimo, hacia la cancha de basquetbol de la escuela Josefa Ortiz donde se realizaría la «Misa por la Paz».
Coppola pudo ser testigo en el trayecto de Apatzingán a Aguililla, de los rastros de violencia en las diferentes localidades, pudiendo apreciar un sinnúmero de casas abandonadas, con pintas, con las siglas del Cartel Jalisco Nueva Generación.
Franco Coppola, en su visita a Aguililla, afirmó que la iglesia católica no desea desafiar con este recorrido a ningún grupo del crimen organizado, sino dar consuelo espiritual y acompañamiento a las víctimas, ante el abandono en el que se encuentran. Mencionó que el Papa Francisco, sabe que en estas situaciones la gentes se queda sola, «nuestra misión es estar cerca, como la Virgen lo hizo con su Hijo. La iglesia debe estar al lado del pueblo, no alejarse nunca», reflexionó.
Hizo un llamado a la conversión en los jóvenes que caen en las fauces del narcotráfico, a dejar el camino del crimen organizado y a permitir un cambio en su vida.
Antes de la misa de mediodía, el nuncio apostólico se reunió de manera privada con personas de la comunidad víctimas de la violencia, quienes relataron su propia experiencia.
Refirió que el Papa quiere ayudar a México, porque es el país de habla hispana que más católicos tiene «La violencia no sólo está en Aguililla, está en todo México», reconoció, por lo que pide a los miembros de las organizaciones delictivas que rectifiquen su camino.
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