*Condenó a las sociedades secretas como la masonería, así como a las ideologías de moda -el liberalismo- y el socialismo, entre otras.
DiarioSinSecretos.com
La Iglesia Católica festeja al Beato Pio IX, “Pío Nono” – cada 7 de Febrero- Su pontificado del 16 de junio de 1846 hasta el 7 de febrero de 1878).
Su nombre de pila, Giovanni Maria Battista Pellegrino Isidoro Mastai Ferretti, nació en Senigallia, el 13 de mayo de de 1792, en ese entonces parte de los Estados Pontificios, y en la actualidad Italia. El Papa San Juan Pablo II lo beatificó el 3 de septiembre del año 2000.
El 16 de junio de 1846, el Cardenal Mastai Ferretti es elegido Papa y asume la Sede de San Pedro con el nombre de Pío IX.
En su pensamiento, estaba: “Luchar contra el pecado, evitar cualquier ocasión peligrosa, estudiar no por ambición de saber sino para el bien de los demás, abandono de sí mismo en las manos de Dios”.
Fue un hombre de oración, consagrado al ministerio de la Palabra y del sacramento de la Reconciliación; vivió con una intensa devoción eucarística y su piedad a la Virgen María.
Giovanni Maria padeció desde muy pequeño de epilepsia, enfermedad que amainó en solo unos años hasta desaparecer del todo, según decía el propio Giovanni, gracias a la intercesión de la Virgen de Loreto.
Durante su pontificado, debido a las circunstancias políticas derivadas de la unificación italiana y la pérdida de los Estados Pontificios, su tarea se tornó sumamente difícil. Fueron tiempos durísimos los que el Papa tuvo que enfrentar con la mayor sabiduría y prudencia posibles, motivo por el cual a Pio IX se le reconoce como uno de los más grandes pontífices: “Vicario de Cristo” y al mismo tiempo una suerte de estadista, forzado a ejercer un rol político, en momentos de abierto anticlericalismo animado por las corrientes “modernistas”.
Su labor doctrinal supuso una visión programática orientada a atender los principales problemas y amenazas tanto para la Iglesia como para la civilización cristiano-occidental: condenó las sociedades secretas como la masonería, así como a las ideologías de moda (el liberalismo y el socialismo, entre otras). Pio IX publicó el «Syllabus errorum» [Catálogo de errores], en el cual advirtió acerca de los errores y peligros del llamado modernismo.
Esto le valió a Pío IX ser el iniciador e inspirador del desarrollo de la ‘Enseñanza Social de la Iglesia’, es decir, de la doctrina católica sobre las cuestiones sociales. Su siglo estuvo marcado por la Revolución Industrial y la lucha de la clase trabajadora por obtener mejores condiciones, temas que la Iglesia empezaría a tratar desde la Revelación y la teología.
Entre las acciones o medidas pastorales más destacadas del papado de Pío IX, se puede destacar: el restablecimiento de la jerarquía católica en Inglaterra, Holanda y Escocia; la definición solemne, el 8 de Diciembre de 1854, del dogma de la Inmaculada Concepción (1860); el envío de misioneros a las zonas nórdicas de América y Europa, así como a la India, Birmania, China y Japón, en Asia; la celebración, con particular solemnidad, del décimo octavo centenario del martirio de los Apóstoles Pedro y Pablo.
Después de la caída de Roma el 20 de septiembre de 1870 a manos del ejército italiano, y del subsecuente fin del ‘poder temporal del Papa’, Pío IX se encerró en el Vaticano, declarándose “prisionero”. Su postura se convirtió en ejemplo de dignidad y desapego del orden temporal por haber sido un ejercicio cabal de libertad religiosa y firmeza frente al poder secular.