Diariosinsecretos.com/Angélica García Muñoz
*Es el VIII Obispo de Puebla.
*Fue ordenado sacerdote en 1976
El Arzobispo de Puebla ,Víctor Sánchez Espinosa, cumplió 12 años de haber tomado posesión canónica. Fue el 2 de Abril del 2009 durante una misa multitudinaria en el Estadio Cuauhtémoc, donde pronunció el Evangelio de San Juan, “yo soy el buen pastor que da la vida por sus ovejas …”, y vaya que así ha sido, constituyéndose en el segundo líder de la grey católica que enfrenta una pandemia.
Antes, el 5 de Febrero del mismo año, el Papa Benedicto XVI lo nombró 8° Arzobispo de Puebla.
Mons. Víctor Sánchez Espinosa , nació el 21 de mayo de 1950 en la población de Santa Cruz perteneciente al municipio de Teotlalco, en la mixteca poblana. En 1963 ingresó al Seminario Menor y luego en el Seminario Mayor Palafoxiano.
Marcado por el designio de Dios en el tiempo, a Víctor Sánchez , le ha tocado llevar consuelo y esperanza a su grey , ante el embate del virus COVID-19.
El primero en hacerlo fue el Beato Ramón Ibarra y González, quien ayudó a la Beata Concepción Cabrera de Armida a consolidar y desarrollar las Obras de la Cruz, y enfrentó las pandemia de la tifo e influenza en 1915 y 1918.
Llámele coincidencia y para los creyentes “Diosidencia” , pero ambos fieles defensores de las Obras de la Cruz. Monseñor Víctor Sánchez, fue capellán de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, mientras que el Beato Ibarra y González, es considerado el padre de las Obras de la Cruz.
Los dos ingresaron al Seminario muy jóvenes, Ibarra González a las 15 años, Víctor Sánchez a los 13 años, ambos fueron maestros del mismo instituto, impulsores fecundos de la formación sacerdotal.
Ibarra González logró que en 1907 la Santa Sede le concediera al “Seminario Palafoxiano” ser elevado a “UNIVERSIDAD CATÓLICA ANGELOPOLITANA” que funcionó por un tiempo y debido a las sangrientas convulsiones revolucionarias de ese tiempo, 1910 – 1917, cerró en el trágico año de 1914.
Monseñor Víctor Sánchez fue Secretario General del CELAM, impulsó programas para capacitar a los formadores de los Seminarios de América Latina y el Caribe y como Presidente del Departamento de Misión y Espiritualidad del CELAM para el trienio 2011-2015, atendió las dimensiones de Catequesis, Liturgia, Piedad Popular, Santuarios y Misión Ad Gentes.
GRANDES VICISITUDES
Al iniciar el año de 1902 Monseñor Ibarra se encontraba en visita pastoral de su diócesis, cuando a las 6 de la tarde del día 16 de enero, se abatió un terrible terremoto sobre el estado de Guerrero, dejando casi en ruinas la mayoría de las iglesias del obispado.
Monseñor Víctor Sánchez enfrentó los graves daños de 241 templos de su Arquidiócesis con el sismo del 19 de septiembre de 2017.
FIELES DEVOTOS DE LA VIRGEN DE GUADALUPE Y DE OCOTLAN
Providencialmente Ibarra y González fue devoto de la Virgen de Ocotlán y Monseñor Víctor Sánchez tuvo a su cargo la Parroquia de Ocotlán.
Monseñor Victor Sánchez se encomienda siempre en sus mensajes pastorales a la Virgen de Ocotlán y principalmente a la de Guadalupe.
Monseñor Ibarra, según consta en textos de su biografía, habitualmente se encomendaba a la Virgen de Guadalupe, destaca su promesa hecha ante la Beata Concepción Cabrera, en la Basílica de Guadalupe, en 1909, cuando planean un viaje a Roma, “ Antes de partir, ante la Virgen de Guadalupe , en el Tepeyac le prometí a Doña Concha que estaba dispuesto a llegar hasta el final en la búsqueda de la voluntad de Dios, que parecía querer vehementemente la fundación de los sacerdotes de la Cruz. Le exprese el gran amor que tenía por la Obras, le confesé que estaba dispuesto a morir por ellas”.
Hace más de un siglo, en 1913, Ibarra y González, acompañado por la ahora Beata Concepción Cabrera de Armida, llevaron en peregrinación la imagen de la Virgen de Guadalupe a Jerusalén, la cual fue entronizada en la antigua capilla de la francesa Maison Notre Dame, y se encargó de fundar el Instituto de Misioneros Guadalupanos para difundir el evangelio a los más necesitados.
Como Presidente de la “Comisión Organizadora de la Peregrinación Diocesana Anual a la Basílica de Guadalupe, Monseñor Ibarra y González , trabajó con tal empeño que a partir del 12 de febrero de 1887 hasta la fecha, se realiza la peregrinación.
Monseñor Sanchez Espinosa como hace 129 años ha promovido que miles de poblanos peregrinen a la Insigne Nacional Basílica de Guadalupe para poner a los pies de la Virgen sus intenciones. Ahí, mismo, por Diosidencia fue consagrado Obispo Auxiliar de México, en el 2004; además de construir el santuario de la Virgen de Guadalupe en el Seminario Palafoxiano de Puebla.
Monseñor Ibarra pidió a la Santa Sede que el Seminario Palafoxiano -centro de formación de sacerdotes- fuese elevado a la categoría de universidad católica de dónde fue maestro.
Mientras que Víctor Sánchez fue profesor, director y coordinador espiritual en la misma institución.
Los dos con fatigosas giras pastorales a las parroquias buscando con fraternal cariño a sus ovejas.
El 30 de enero de 1917 en la Ciudad de México, Ibarra y González rodeado de algunos de sus fieles sacerdotes y postrado en la cama dictó a sus colaboradores su testamento, la adhesión a la Santa Sede, la devoción a la Virgen de Guadalupe, la fidelidad al Espíritu Santo, al Sagrado Corazón de Jesús y la Santa Cruz, en un momento en que México atravesaba por la vorágine de la revolución constitucionalista.
Los restos del primer Misionero del Espíritu Santo, (1853-1917), originario de Olinalá, Guerrero, y primer arzobispo, son guardados en la Capilla de la Virgen de Guadalupe de la Catedral de Puebla.
LA CRUZ EN LA VIDA DE IBARRA Y GONZALEZ Y SANCHEZ ESPINOSA
Monseñor Ibarra y González es llamado padre de las Obras de la Cruz, e hijo del consuelo, para la venerable Conchita de Armida, quien lo describe como persona muy sensible, y para el fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, Félix de Jesús Rougier, era frío en apariencia, pero atrás escondía un corazón de oro, de amor hacia su prójimo.
El Beato sufrió persecución religiosa a manos del régimen carrancista y padeció una difícil enfermedad de diabetes que lo llevó a postrarse en la cama, muere en la casa de su madre espiritual Concepción Cabrera de Armida, a donde se refugió para sustraerse a la persecución en 1917.
En la misma koinonía Víctor Sánchez ,tiene el reto de cuidar la vida de los que Dios le encomendó y en ese querer la vida de sus feligreses, la constante súplica del Vicario de Cristo «no más muertes , ni más enfermedad», ante la pena de los poblanos que ha hecho suya.
Domingo a domingo, suplica a Dios nuestro Señor por su misericordia, conforme se van acumulando los muertos y recibe noticias de los enfermos y las familias dolientes.
Su exhorto va enfocado a que se acaten las normas sanitarias estipuladas por la autoridad civil y en donde la Iglesia ha mostrado su total respaldo, en prevención de más brotes.
Desde que comenzó la pandemia Monseñor Víctor Sánchez, suspendió sus visitas pastorales, pero ha animado a los sacerdotes de la Arquidiócesis, mediante cartas, en donde les agradece su obediencia, y exhortarlos a mantenerse unidos en oración, enfrentado la muerte hasta ahora de 45 de ellos por COVID-19.
Con profundo pesar ha visto el cierre de los templos por los contagios COVID-19, pero en estricta obediencia civil y por amor al prójimo y a la existencia humana, se ha sometido a los decretos de gobierno y advertido de las multitudes que se congregan fuera de los templos, sin conciencia del grave número de contagios, manteniendo la súplica a Dios porque nos libre de éste mal y de una tercera ola de COVID-19, que deje más muertes y enfermedad.
A 2 años de dura pandemia, el líder de la grey católica, afirmó a medios de comunicación:“no puedo decir si lo he hecho bien, pero siento agradecimiento con Dios por permitirme servir”.
En 2018, inicia en la Arquidiócesis de Puebla la preparación del Plan Diocesano de Pastoral 2020-2024. Planteó una nueva modalidad de enseñanza del catecismo en línea virtual, así como impulsa a los sacerdotes de las diferentes parroquias a transmitir por internet sus mensajes pastorales, entrando de lleno a la era digital, sustituyendo sus giras pastorales por esta nueva forma de anunciar el Evangelio.
El líder de la grey católica, ha realizado una profunda reestructuración de la jerarquía eclesiástica, que incluye los nombramientos de dos arzobispos auxiliares, y organizado a los 32 grupos pastorales, y ha mantenido una permanente comunicación con las diferentes órdenes religiosas.
Ha mantenido una relación sana con la autoridad civil de respeto y colaboración, ha fijado clara su postura en temas delicados como la eutanasia, la familia, y de otros como seguridad pública, desempleo y alzado la voz contra las injusticias, defendido la vida desde la concepción.
En reiteradas ocasiones se ha pronunciado por la solidaridad, y seguido por los pastores de su grey organiza ayuda espiritual, y material a los que menos tienen, poniendo en práctica su ingenio en las contingencias para promover la organización de las parroquias, como el caso reciente del incendio de la zona forestal de la Malinche, la alerta por la constante amenaza del Popocatépetl, la del sismo del 2017, la del COVID-19.
Con entusiasmo a promovido campañas como la de oración 40 días por la paz en Puebla, realizada el domingo 1 de marzo al jueves 9 de abril de 2020, además de convertir en icono la Feria Guadalupana, para beneficiar al Seminario Palafoxiano.
Otra tarea en que ha puesto especial atención es a las personas indigentes que se encuentran en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, apoyando la apertura de dos comedores comunitarios que llevan el nombre del Beato Juan de Palafox y Mendoza, a través de la Pastoral Social Diocesana.
Lo mismo que a unido esfuerzos con gobiernos como el de Miguel Barbosa Huerta para traer eventos internacionales como la Capilla Sixtina.
Desde este espacio la dirección y el cuerpo de redacción de www.diariosinsecretos.com, envía fraternal abrazo a Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, que Dios nos lo conserve muchos años, y que el Espíritu Santo le conceda todos los dones de los que está lleno, para que siga fortaleciendo a su grey y apaciente a su rebaño con la esperanza en el resucitado
