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La Congregación para el Culto Divino de El Vaticano, concedió la inscripción de la Memoria de la beata Concepción Cabrera en el Calendario de la Arquidiócesis Primada de México.
Roma.- La Arquidiócesis Primada de México anunció que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha concedido la inscripción de la Memoria Litúrgica de la beata Concepción Cabrera en el Calendario propio de este territorio eclesial, que se celebrará el 3 de marzo, así como la aprobación de los textos litúrgicos propios.
“Su Eminencia Reverendísima, Don Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México solicitó a la Congregación (…), la inserción de la celebración en honor de la beata María de la Concepción Cabrera de Armida en el Calendario propio de esta Arquidiócesis y, además la aprobación de los textos litúrgicos”.
“El Dicasterio , concedió con gusto la inserción en el Calendario litúrgico propio de la memoria ad libitum de la citada Beata el día 3 de marzo”, dice el comunicado firmado por el canciller arquidiocesano, presbítero Alan Téllez.
También fueron aprobados los textos litúrgicos propios en lengua latina y española: Del Común de los Santos: para las santas mujeres, lecturas de la Misa y el Oficio Litúrgico de las horas en honor de la beata María de la Concepción Cabrera de Armida
Concepción Cabrera nació el 8 de diciembre de 1862 y murió el 3 de marzo de 1937. Fue inspiradora de cinco congregaciones y asociaciones de fieles, conocidas como las Obras de la Cruz: Los Misioneros del Espíritu Santo, las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, el Apostolado de la Cruz, la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús y la Fraternidad de Cristo Sacerdote.
Fue beatificada el 4 de mayo de 2019 en una multitudinaria ceremonia religiosa llevada a cabo en la Basílica de Guadalupe, con la presencia de decenas de obispos y sacerdotes y miles de fieles pertenecientes a la Familia de la Cruz.
En el Altillo, ubicado en la ciudad de México, descansan los restos de Concepción Cabrera, la mexicana fundadora de las Obras de la Cruz, también es una iglesia llena de actividades parroquiales y casa de una amplia pastoral juvenil.
El Altillo surgió en los terrenos de una antigua hacienda donde Concepción Cabrera vivió con siete de sus hijos durante seis meses. A partir de 1949 se volvió una Casa de formación para los Misioneros del Espíritu Santo, e inicialmente podía albergar a unos 80 novicios.
Artículo tomado del portal desde la Fe.