Iglesia Católica llamada a ser “cada día más fecunda en el Espíritu y alegrarse por la santidad de sus hijos”.

Diario Sin Secretos

Roma.- Cargando La Cruz, entre miles de fieles y turistas, el Papa camino en la Plaza de San Pedro, cruzó la Puerta del Perdón y entró a la asílica del mismo nombre, y presidió la Misa, dando por iniciado el Santo Jubileo, en memoria de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia.

«Hoy tenemos la alegría y la gracia de celebrar el jubileo de la Santa Sede en la memoria litúrgica de María, Madre de la Iglesia”, dijo el Papa #LeónXIV, peregrino de la esperanza. 

El Sumo Pontífice estuvo acompañado por cardenales, obispos, sacerdotes y religiosas de varias partes del mundo, así como de fieles católicos, turistas y empleados del Estado Vaticano.

En su mensaje, el Papa destacó la fecundidad de la Iglesia, y recordó a la Virgen María, que al pie de la Cruz y en el Cenáculo, representa el modelo de fe y la esperanza.

“La maternidad de María -dijo-  a través del misterio de la cruz, dio un salto impensable”, explicó el Pontífice.

“La Madre de Jesús se convirtió en la nueva Eva, unida a la muerte redentora del Hijo y, así, fuente de vida nueva para todos los hombres”.

“Toda la fecundidad de la Iglesia y de la Santa Sede depende de la cruz de Cristo. De lo contrario, es apariencia, si no algo peor”. Citando la oración colecta de la celebración, recordó que la Iglesia está llamada a ser “cada día más fecunda en el Espíritu” y a “alegrarse por la santidad de sus hijos”.

“Un sacerdote que carga con una cruz pesada en su ministerio y que cada día realiza su labor con amor y fe, participa y contribuye a la fecundidad de la Iglesia”, señaló. “Y lo mismo ocurre con un padre o una madre de familia que, en medio de las dificultades cotidianas, vive su vocación con entrega y esperanza”.