El sincretismo religioso de nuestra sociedad se manifiesta en las ofrendas que se exponen en este tiempo en todos los municipios del país, en donde el talento y las manos creativas de mujeres y hombres que reflejan sus creencias, con iconos de la crucifixión de Jesús, la imagen de la Virgen María, siempre orante, los santos de su predilección y el recuerdo de sus seres queridos.
En las ofrendas destaca las flores de cempasúchil y nube; el platillo de preferencia del difunto, el olor a incienso o copal, y múltiples veladoras.
A los hogares llegan familiares y gente de otros municipios, que llevan algún presente -veladoras o flores- y se les invita a comer., en un ambiente de camaradería, y sobre todo recordando a los familiares que han fallecido.
También se reza el Santo Rosario para pedir por las almas de los difuntos que se encuentren en el Purgatorio, para que Dios en su Misericordia los acoja en su gloria.
Ofrenda elaborada por Lourdes Azucena y Erika Técol, en Coronango, Puebla.
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