SinSecretos / Angélica García Muñoz
A un mes de rendir protesta como gobernador constitucional, Alejandro Armenta, salió al paso de las descalificaciones que políticos mal intencionados a través de algunos espacios informativos, hacen contra los próximos funcionarios estatales, y de él.
Los relacionan con grupos políticos que operaron en el pasado, les descalifican sus trayectorias y logros profesionales. En el fondo hay un interés perverso y malsano.
El propio Armenta, sin tapujos, dijo: «Yo, no soy títere de nadie… chole con el Marinismo, Melquíadismo, Morenmovallismo, Galismo, Armentismo, obedecen a intereses oscuros».
Y exigió más respeto para quienes serán los próximos funcionarios, hay que reconocer su experiencia y trayectoria profesional construida con esfuerzo.
En la etapa de transición, Armenta ha venido dedicando gran parte de su tiempo a supervisar los perfiles de los próximos funcionarios, y sobre todo atendido a los recomendados de los excandidatos a la gubernatura, y los ha sumado al proyecto por Puebla. En los hechos él a cumplido.
A partir del 14 de diciembre, y en los primeros 100 días de gobierno se verá quienes son leales a la institucionalidad.
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