Ciudad de México.- Diariosinsecretos.com / A través de su cuenta de facebook, el Doctor Ernesto Lammoglia increpó a COFEPRIS por la reciente prohibición de la sustancia dióxido de cloro para tratamientos COVID19.
El actual asesor del Gobierno de México en el programa para prevenir las adicciones lamentó que la secretaría de salud no implemente acciones con Dióxido de Cloro, y también con otras sustancias y avances contra el coronavirs que incluso el mismo Politécnico Nacional ha desarrollado.
«¿Por qué? prohíbe COFEPRIS el Dióxido de Cloro, el uso de medicamentos homeopáticos, ¿Por qué prohíbe COFEPRIS el uso de MMS? ¿Por qué no se difunde el uso de sustancias que pueden ser útiles? Como son los elaborados en mi alma máter, Instituto Politécnico Nacional, como, por ejemplo» El Transferón y las investigaciones publicadas correctamente de los Oligonucleótidos Anti sentido que está investigando la Escuela Superior de Medicina el Dr. Santiago Villafaña.
Y en el mismo escrito argumenta sobre el uso de la sustancia para desinfectar leche, agua y sangre y lanza la pregunta:
«¿Qué han hecho con las investigaciones y un libro publicado sobre el Dióxido de Cloro? He recibido incontable información, como de ningún otro medicamento sobre la faz de la tierra en toda mi vida.
Hay una gran cantidad de información que lo ve positivo, no solamente como preventivo, ni curativo si no como una medicina de excepcional seguridad, puesto que durante muchos años se ha usado para sanitizar la leche que es envasada o puesta en empaques de tetra pack, el agua de las purificadoras e incluso la sangre de los paquetes vasculares, que se usan en los hospitales, para aplicar una transfusión sanguínea.
Sí es una sustancia que se ha usado en un plan de sanitización y de prevención de contaminación de sangre humana para transfusiones, ¿por qué se han opuesto las autoridades sistemáticamente a su uso; ¿no será por el bajo costo, fácil de preparar, fácil de ingerir, fácil de consumir como preventivo y tan útil cuando ya la enfermedad está presente en cualquiera de sus fases?»
Esa pregunta me la hago todos los días. Y la misma se la quiero hacer específicamente a un distinguido Pediatra yucateco que se caracterizó además de su capacidad como médico, por su profunda lealtad a Andrés Manuel López Obrador y lo que lo hizo merecedor de ser actualmente el Director de COFEPRIS, organización del Estado que permite a través del examen concienzudo de las características de algunos de los medicamentos y su distribución permite ser autorizados, para su venta libre al público y se difunda y disemine toda información correspondiente de las bondades o efectos secundarios de tales medicamentos que todavía no conocemos bien. Este es el caso del Dióxido de Cloro.
Dr. José Alonso Novelo Baeza, con todo respeto, por su sabiduría, capacidad como pediatra, la estima y el cariño que se le tiene en Yucatán. ¿Cuál ha sido el papel de COFEPRIS en la actualidad? probablemente en un contacto directo, conexión o dependencia del Señor Secretario de Salud y los subsecretarios del ramo y por alguna razón que desconozco y deseo que exprese en forma pública: el día 22 de Julio salió un comunicado de COFEPRIS difundiendo precisamente lo contrario a lo que yo estoy pidiendo, literalmente prohibiendo el uso o consumo de dicha sustancia.
Y está en su derecho de hacerlo, pero también, de comprobar que tantas razones, clínicas, médicas y de investigaciones farmacológicas, bioquímicas, biológicas han tenido, para evitar su uso, lo que ya está permitido en otros países latinoamericanos haciendo incluso en otros países latinoamericanos y de otras latitudes que tiene muchísimo menos recursos que el nuestro.
Llama la atención, porque en la búsqueda de la salud, lo médicos y las instituciones no debemos inquirir en los medicamentos más sofisticados y en tanto mucho más caros, y no en la moneda nacional, si no en dólares.
Por esto expongo mi pregunta Dr. Novelo, Señor Secretario de Salud, con mucho respeto al Sub secretario que tanta ilustración nos ha dado sobre las características epidemiológicas de la pandemia.
Pero lo que queremos saber millones de mexicanos ¿Qué hago si me contagio? Ya traté de seguir todo lo que dijeron que se podía hacer para prevenirlo: la sana distancia, el confinamiento, la cuarentena, el cubre boca, el lavado de manos, el gel, la careta, y no sé por qué razón algunos, miles se llegan a infectar y en ocasiones, a morir.
Como usted sabe, por ley tenemos derecho Constitucional a la Salud y a exigir que se nos proporcione un medicamento que pensamos nos puede ser útil.
Si alguien quiere realizarlo, por ejemplo; si tiene Disbiosis, aplicarse una trasfusión de excremento, una lavativa con eses, tiene todo el derecho de solicitarlo y hacerlo; ya que son investigaciones y prácticas que se han hecho en otros países. Si se quieren inyectar o tomar orines, como “cura” probable para el cáncer, lo puede hacer si así lo decide, ya que es su derecho, como el de cada individuo o cada ciudadano para conseguir salud.
COFEPRIS me prohíbe la posibilidad de usar dióxido de cloro, sí, he visto en cantidad de pacientes, amigos, familiares, conocidos que están hasta el día de hoy teniendo sus actividades cotidianas, ingiriendo éste preparado tan simple; y de tanto uso, ya que tiene alrededor de 50 años de su conocimiento y aplicación, y es conocido su beneficio para la salud, probado en las transfusiones sanguíneas, en la lecha envasada y en muchas ocasiones( si se prepara correctamente), en el agua que venden como agua potabilizada.
Merecemos una explicación, y se nos indique científicamente, correctamente; económicamente viable, cuáles son los medicamentos a usar en el caso de la primera fase de infección en el Covid, en niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; ¿Cuáles son los medicamentos indispensables a usar en el ámbito hospitalario de primer nivel, en el paso al segundo y tercer nivel de hospitalización y/o en la llegada a los servicios de terapia intensiva, donde es necesario ya en el tercer nivel aplicar incluso el procedimiento crítico de la intubación. ¿Por qué? Porque lo que está matando a muchos; señor Secretario, Sub Secretario, Director de COFEPRIS; es el estrés que causa la incertidumbre, la confusión, la ignorancia y la desinformación…
El estrés es miedo, es un desgaste brutal por el exceso de cortisol, adrenalina y noradrenalina en sangre y a veces de la hormona (ACTH) lo que hace que nuestras defensas naturales, nuestro equipo inmunológico descienda notoriamente.
Estamos entonces desprotegidos y ante las proclamas oficiales que decretan sin que el público sepa cómo y porque la prohibición de una sustancia que está siendo útil para millones; y habemos muchos que queremos saber que pasa, saber qué hacer. ¿Que no pueden llevar a cabo la elaboración de una lista de los medicamentos que tengamos en lo que puede ser el botiquín familiar, y lo medicamentos que tenemos en el buró…
Tenemos derecho 125 millones de ciudadanos a saber qué hacer si nos contagiamos, porque ya nos dijeron que hacer para prevenirlo, está bien y los seguimos escuchado diario.
Pero la pregunta es altamente específica. ¿Qué está haciendo COFEPRIS, la Secretaría de Salud y la sub secretaria del ramo? para decirnos: si tienen fiebre alta, la nariz tapada, que si no percibe los olores, tos, presión en el pecho, disnea, esos son síntomas graves; ya los tienen, ahora que hacen, cuánto cuesta y donde lo van a obtener todos aquellos que como yo, no tenemos ningún servicio de salud por seguro de gastos médicos o de otro tipo, oficial o no, para acudir a la compra inmediata de este tratamiento, cuando lo podemos hacer poco a poco y guardarlo en el botiquín familiar.
Dr. Novelo como colega suyo, quizá un poquito mayor en edad que usted, soy de estos viejos que siguen trabajando, pero todavía con lo que me quedan de neuronas funcionales, le pregunto con todo respeto.
¿Por qué? prohíbe COFEPRIS el Dióxido de Cloro, el uso de medicamentos homeopáticos, ¿Por qué prohíbe COFEPRIS el uso de MMS? ¿Por qué no se difunde el uso de sustancias que pueden ser útiles? Como son los elaborados en mi alma máter, Instituto Politécnico Nacional, como, por ejemplo, El Transferón y las investigaciones publicadas correctamente de los Oligonucleótidos Anti sentido que está investigando la Escuela Superior de Medicina el Dr. Santiago Villafaña.
Eso es lo que quisiera, me respondieran con todo respeto, y con más respeto aún, más premura y más necesidad social a mi señor Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ir a publicación en facebook del Dr. Lammoglia
¿Quién es Ernesto Lammoglia? (Información de SDP Noticias)
Médico psiquiatra y criminólogo, es un reconocido especialista que usualmente es recordado por sus intervenciones en distintos programas de radio y televisión, así como por sus 15 libros donde aborda temas como el alcoholismo y la depresión.
La biografía oficial de Lammoglia destaca que nació en la ciudad de Córdoba, Veracruz en el año 1940 y estudió la carrera de médico cirujano en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN)
Luego de ello, el afamado especialista realizó una especialidad y residencia en Psiquiatría, en los hospitales de Salud Mental de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA).
De la misma forma, el nuevo colaborador en la estrategia del gobierno federal ha ejercido como profesor de psiquiatría clínica tanto en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como en la Escuela Superior de Medicina del IPN.
Lammoglia ya ha colaborado con el gobierno
Asimismo, fue profesor titular de psicología y psicopatología criminal del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).
Lammoglia ya ha tenido un paso como colaborador del gobierno federal, pues ocupó el cargo de jefe de la Sección médico-psicológica de los tribunales para menores de la Secretaría de Gobernación (Segob), instancia done también fue asesor en materia de prevención y readaptación social.
Además, el psiquiatra participó en la planeación y conformación de los Centros de Trabajo Juvenil que se conocen en la actualidad como centros de integración juvenil.
A lo largo de su carrera, Lammoglia ha escrito y publicado diversos ensayos como «El triángulo del dolor» (1995); «¿Es tu madre tu peor enemiga?» (1997); «Pequeña grandes verdades» (1999); «Las familias alcohólicas» (2000) y «Las máscaras de la depresión» (2001), entre otros.