Diario Sin Secretos
Colombia.- El alud sorprendió en la madrugada del domingo de Resurrección a los habitantes de una zona rural de la población de Rosas deja como saldo 17 personas muertas y más de una decena de desaparecidos. Las víctimas eran agricultores de café plátano y yuca.
Roberto Rojas, uno de los vecinos de la vereda de Portachelo, el sitio de la tragedia, comentó a periodistas del diario colombiano El País: “Esto ya lo habíamos denunciado y hace más o menos un mes vino un personal de Gestión del Riesgo, se pidió el desalojo de la zona y no fue efectuado, nadie se fue”. Oliverio Mosquera, otro habitante del lugar, lo ratificó al mismo medio: “En la montaña había filtraciones de agua, la gente no paró mucha atención y desgraciadamente esto pasó a las 3:00 de la mañana, cuando todo el mundo estaba durmiendo y nadie pudo evacuar”.
Jesús Eduardo Díaz, alcalde de Rosas, población ubicada en el centro del departamento del Cauca, al occidente de Colombia, también dijo a los periodistas que desde hacía varios meses él había advertido al Gobierno Nacional y a los habitantes de Portachelo sobre “los enormes riesgos generados por estos derrumbes en épocas de lluvias torrenciales, como las que se precipitan en esta época del año”.
Por su parte, la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres —UNGRD— organismo del Gobierno especializado en la atención de este tipo de emergencias confirmó que la tragedia se originó por “El movimiento en masa generado por las lluvias que se registraron en la madrugada”. La entidad también informó que el derrumbe afectó a ocho viviendas y bloqueó un sector de la congestionada vía Panamericana que comunica al Cauca con Nariño, en la zona fronteriza con Ecuador.
En las labores de recuperación de los cadáveres y búsqueda de los desaparecidos trabajan brigadas especializadas del Ejército, la Polícía, la Cruz Roja, la Defensa Civil, bomberos de cinco municipios y funcionarios del departamento del Cauca. Según fuentes de los organismos de socorro, hasta la media noche del domingo de Pascua se habían rescatado los cuerpos de 14 víctimas, entre ellas, tres menores de edad. Los desaparecidos podrían estar atrapados entre toneladas de lodo, tierra y piedras.
Duque Márquez expresó palabras de solidaridad y aliento para los familiares de los muertos y los habitantes de la población: “Nos duele y acongoja la tragedia que han vivido. Estamos acompañando a las familias afectadas, a quienes han perdido su residencia y, por supuesto, acompañando a aquellos que han perdido sus seres queridos. Dios me los bendiga, estos son momentos difíciles, pero aquí estamos unidos como país con ustedes, de todo corazón”.
En uno solo de estos pueblos, Barbacoas, —en el litoral Pacífico— seis ríos se desbordaron y destruyeron viviendas, carreteras y cultivos. Según reportes oficiales los damnificados son cerca de 8.000 habitantes de la zona rural y el área urbana, casi todos de origen afrocolombiano o indígenas de diferentes etnias. Se trata de familias muy pobres que derivan su sustento modestos trabajos de minería, pesca artesanal y agricultura a menor escala.