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En templos del mundo se festeja este día la fiesta del Divino Niño, devoción que se ha extendido por el mundo, y que tuvo su origen en Colombia en el siglo XX.
El padre Juan del Rizzo, – de la orden salesiana, abocada a dar atención a niños y jóvenes- llegó al barrio 20 de julio, en Bogotá, azotada por la pobreza y marginación.
El sacerdote entronizó la imagen del Divino Niño en 1937 en la iglesia que ahora lleva el nombre de Santuario del Divino Niño del 20 de julio. En la imagen se expresa la belleza, sencillez y dulzura del Niño Jesús que tiene un semblante y aura de santidad que ha cautivado a creyentes y no creyentes.
En México, la congregación de las Hermanas Josefinas, fundadas en México en 1872 por el padre José María Villaseca y la Sierva de Dios Cesárea Ruiz de Esparza y Dávalos, tienen especial devoción por la infancia del Niño Jesús, refiere el artículo difundido por la revista Desde la Fe, de la Arquidiócesis de México.
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