La Rebelión de los simios. | Mis queridos changos ilustres, resulta que el dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, afirmó que la alianza con el partido acción nacional goza de «cabal salud», a pesar de las diferencias entre Marko Cortés y Alejandro Moreno «Alito», ambos dirigentes nacionales de PAN y PRI.
El dirigente estatal señaló que incluso se reunirá con Augusta Díaz de Rivera Hernández (dirigente estatal del PAN) para continuar las pláticas entre ambos partidos y añadió que las mesas de trabajo no fueron retrasadas por los desacuerdos nacionales sino más bien por las fiestas patrias.
¿Le importa al pueblo?. Claro que no.
Nosotros pequeños ciudadanos sin poder que pasamos nuestras tardes y mañanas trabajando y ganándonos con el sudor de la frente el pan de cada día, vivimos completamente ajenos a los movimientos de ajedrez que los personajes políticos en tacuche viven y entretejen.
“Yo la respeto mucho, (Augusta Díaz), ella me respeta mucho, hemos sido prudentes, les he dejado claro en las mesas que nadie gana solo”, reiteró.-Néstor Camarillo
Las palabras del dirigente estatal resuenan dolorosamente ya que en efecto, la clase política siempre gana, mientras el pueblo pierde y continúa perdiendo.
Y no es crítica ligera es una vergonzosa realidad, la clase política es bien conocida por el pueblo mexicano: ganan a costa de la masa trabajadora, negocian sin pensar en cumplir con su función que es la de procurar e impulsar a líderes capaces y responsables para ocupar cargos públicos, y por supuesto carecen completamente de un proyecto social y humano.
“Hace muchos años era impensable (la alianza PAN- PRI)… hoy es una realidad”-Néstor Camarillo Medina
Si la alianza entre el PRI y el PAN continúa desaparece o se transfigura en una quimera política es algo que al pueblo le tiene sin cuidado.
Interesante sería que los líderes partidistas se preocuparan por promover nuevas caras que representen verdaderamente al pueblo, espacios para intelectuales o activistas sociales pero de los de a deberás, no esos de título comprado y compadrazgo.
Mientras eso no suceda la política seguirá desvirtuada y los partidos continuarán siendo lo que son: un símbolo de corrupción y vergüenza nacional.
Ahora si me lo permiten, voy por un plátano.
Atte. Monuel López.