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En el marco de la festividad de “Los Fieles Difuntos”, el Papa Francisco, señaló: «Nuestros seres queridos fallecidos continúan cuidándonos desde el Cielo”.
La reflexión la hizo en su recorrido por las tumbas de los soldados muertos en la Segunda Guerra Mundial, en su visita al panteón francés, en Roma.
“Son tumbas que claman por la paz, luchemos para que las economías no se fortifiquen por la industria de las armas”, expresó.
“Tú que caminas, detén tu paso, y piensa en tus pasos en el último escalón…La guerra se come a las víctimas, Muchos son los pasos que damos cada día, ante tantos acontecimientos históricos, tantas situaciones difíciles, tantos cementerios. Todos tendremos un último paso. Alguien puede decir: ‘Pero, padre, no sea tan lúgubre, no sea tan trágico’. Lo importante es que ese último paso nos encuentre en nuestro camino, no en un laberinto sin fin”, reflexionó el Santo Padre
“Estas personas son buenas, murieron en la guerra. Murieron porque fueron llamadas a defender su país, a defender valores, ideales y muchas otras veces a defender situaciones políticas tristes y lamentables”, abundó el pontífice.
“En el corazón de Dios está el nombre de todos nosotros, pero ésta es la tragedia de la guerra. Estoy seguro de que todos ellos -los soldados- están con el Señor. Pero nosotros ¿estamos en camino? ¿Luchamos lo suficiente para que no haya guerras, para que no haya una economía de países fortificados por las industrias armamentísticas?”.
“¡Deténganse hermanos y hermanas! ¡Deténganse fabricantes de armas! Estas tumbas hablan, gritan por sí mismas, gritan por la paz”, concluyó el Papa.
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