Project veritas expone a altos ejecutivos del gigante de las farmaceuticas Pfizer buscando deliberadamente ocultar información sobre el uso de lineas celulares provenientes de fetos abortados para el desarrollo de su investigación de la vacuna COVID.
Pese a que la vacuna del laboratorio Pfizer no contiene células de fetos abortados, la investigación para su desarrollo sí ocupó líneas celulares que se originaron a partir de células renales que se tomaron de un feto abortado en los países bajos.
Esas mismas líneas celulares fueron ocupadas en las vacunas de Jhonson & Jhonson, Moderna y Pfizer. Dichas líneas celulares han sido replicadas por los laboratorios para sin número de experimentos durante años.
La objeción de conciencia que tienen muchas personas sobre el uso de la vacuna tiene que ver directamente con ésta información que de acuerdo a los correos filtrados por una ex trabajadora.
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