Por Angélica García Muñoz
El Maestro, Don Manuel Díaz Cid, falleció a los 80 años de edad, hombre de gran visión, grandes ideales e inspirador de muchas generaciones de jóvenes y adultos, lo mismo que universitarios, maestros, políticos, empresarios, periodistas y líderes religiosos.
Hombre íntegro, gran investigador del acontecer nacional e internacional, en los campos humanístico, político y social.
Fundador del Instituto de Investigaciones Motolinía, organismo abocado a la recopilación y análisis del acontecer de nuestra nación y del mundo.
Era consultado por connotados personajes de la vida política, empresarial y jerarquía eclesiástica de la Iglesia Caólica y de otras denominaciones religiosas de nuestro país y de países de Europa y Medio Oriente.
Fue consultor del Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano de 1998 a 2003; y participó como observador en el proceso para elegir al Papa Juan Pablo II; además, de ser promotor del diálogo entre las diferentes credos religiosos.
Participó en la fundación de la Organización del Yunque, en 1958, con el ideal y convicción de forjar una patria mejor en lo político y lo social, promotora de hombres y mujeres virtuosos.
Entregado a la docencia, formó generaciones de profesionistas que hoy desempeñan cargos de alta dirección en universidades, empresas, organismos empresariales y patronales, organismos no gubernamentales y en la administración pública.
Frase de este gran Maestro que sobrevive y trascenderá para siempre: “La verdadera tradición no consiste en venerar las cenizas sino en saber transmitir el fuego del ideal”.
Descanse en paz.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.