Se celebra con júbilo la solemnidad de San Pedro y San Pablo Apóstoles, mártires y pilares de la Iglesia fundada por Cristo.
En este día también se conmemora el Día del Santo Padre, por ser Pedro y Pablo los fundadores de la Iglesia de Roma.
Su trabajo evangélico y martirio, contribuyó a la unidad de una iglesia sellada con la sangre de Cristo – el cordero virginal- que murió en la cruz por amor a la humanidad.
Fue Cristo quien puso en las manos humanas de Pedro y Pablo la misiónde conducir la barca de su iglesia para la salvación de almas.
A Pedro Jesús, le dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18).
Pedro significa “la roca” humilde que sirve de base al Cuerpo Místico de Cristo. Por esta razón, el Papa, Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo en la tierra, es principio y fundamento visible de unidad, tanto de los obispos como de la multitud de fieles.
El Papa de nuestra iglesia es su pastor y tiene potestad plena, suprema y universal.
De ahí que hoy también es santo del Papa Francisco, custodio de la tradición y potestad de la iglesia de Cristo.
En tanto que San Pablo, es llamado el apóstol de los gentiles, y quien a pesar de ser primero persecutor de los cristianos, Dios se le revela cuando va camino a Damasco y se convierte en el más ferviente evangelizador de la causa de Cristo.
