Diariosinsecretos.com /Angélica García Muñoz
Ciudad de Puebla.- Pide el Gobernador Miguel Barbosa, que las autoridades de justicia hagan las investigaciones y se detenga a los responsables de la práctica viciosa y delincuencial del espionaje político.
Aseguró que «el espionaje en Puebla terminó, mi gobierno nunca lo hará» y lamentó que esta práctica se haya realizado por años por gobiernos anteriores para controlar a adversarios políticos, periodistas y activistas.
El Ejecutivo Estatal señaló como responsables a empresas que se dedican al espionaje político y trabajadores de la industria de las comunicaciones, que venden las sabanas de las llamadas.
Expuso que dicha práctica se ha ejercido por años para vigilar a los personajes de la vida pública, lo anterior luego de informar que su gobierno está por concluir una investigación sobre éste asunto y los resultados serán entregados a las autoridades competentes.
En conferencia virtual el mandatario poblano explicó que con las sabanas de las llamadas y las llamadas en sí, los compradores dan seguimiento a las comunicaciones que quieren, y ya no necesitan aparatos sofisticados para hacerlo ellos mismos.
Al ahondar sobre el tema de la investigación que realiza su gobierno, dijo que contempla los “nidos” desde donde se realizaban éstas prácticas en el gobierno mortenovallista.
Reflexionó que la práctica de espionaje en la vida política mexicana fue un comportamiento consuetudinario, llevado a cabo por los gobiernos registrados en la historia polítíca de nuestro país: “Lo afirmo como hecho cierto y que todos conocen y conocieron a nivel federal y gobiernos locales”, dijo.
“Puebla no fue excepción cayeron gobiernos en la tentación de la vigilancia y espionaje con las tecnologías existentes de ese tiempo”, añadió.
Continuó ¨hoy la tecnología evolucionó y las grandes empresas privadas comenzaron ha hacer ese tipo de actividades”.
Recordó que cuando fue Senador de la república en la discusión de la Reforma de Comunicaciones, los legisladores de ese entonces se enteraron de muchas cosas.
Entre ellas argumentó, de cómo todas las comunicaciones de texto y de voz quedan registradas y pueden ser consultadas por un año y hasta 10 años, mediante orden judicial.
Continuó, pero que también son obtenidas por la delincuencia organizada y por empresarios y empresas que se dedican al espionaje.
También habló de los que denominó “esas orejonas y orejones que filtran información a la prensa y van de oficina en oficina”.
En el caso del morenovallismo, dijo que existen evidencias de que se hicieron los llamados nidos donde se formaron equipos que seguían a adversarios a periodistas.
Indicó que la persecución fue tal que se llegó secuestrar a quien querían presionar, se entraba a su casa y se les golpeaba y añadió, “todos los que aplaudían modernidad del Museo Barroco lo saben que sucedía todo eso”.
Y como prueba citó la investigación radicada en la Fiscalía en el 2017, donde él como senador acompañó a Rodolfo González Vázquez, un ex funcionario del Cisen quien denunció a Rafael Moreno Valle Rosas y a Eukid Castañón por espionaje y amenazas.
Destacó que, esas practicas también fueron utilizadas en la Universidad de las Américas, donde tenían alineados a maestros y periodistas para tenerlos controlados.
Añadió que, “todos los que aplaudían modernidad del Museo Barroco lo saben que sucedía todo eso”.
Recordó su experiencia cuando era candidato al gobierno de Puebla y fue víctima del espionaje que fue descubierto cuando se detuvo a una camioneta Toyota que se estacionaba en el Hotel donde se hospedaba.
El tripulante era un “gringo” que interceptaba todas las llamadas del entonces candidato morenista y lo seguía a donde éste se dirigía.
Expuso que en Puebla todos sentían que los vigilaban, y concluyó enfático, “en mi gobierno nunca habrá ni vigilancia, ni seguimiento ni espionaje en materia política”.