Pandemia del COVID-19 aumentó 30 por ciento los casos de depresión o ansiedad

-En invierno se proyecta siga incrementándose el porcentaje, debido al confinamiento prolongado y falya de contacto social.

Diariosinsecretos.com

La depresión estacional es un trastorno del estado de ánimo de las personas, que tiene una característica muy especial y particular, ya que se presenta principalmente en los periodos de otoño e invierno y con menos incidencia durante la primavera.

La depresión estacional se caracteriza por aparecer en los meses en donde se presenta un cambio de clima más pronunciado con la disminución de la luz solar, y por ello es importante hacer la diferenciación entre este padecimiento y otros tipos de depresión, señaló María del Carmen Mora Ávila, catedrática de la Facultad de Educación y de los Posgrados de Enfermería de la UPAEP.

Acotó que de acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 4% de la población mundial está afectada por un cuadro depresivo o un cuadro ansioso y desde el 2019, se había pronosticado que para el 2020, la segunda causa de discapacidad o enfermedad discapacitante sería la depresión, principalmente en los países desarrollados; y en los subdesarrollados, como es el caso de México, sería la primera causa.

Con esos datos, dijo que 2 de cada 10 mexicanos padecen algún cuadro depresivo o ansioso; y ahora con la pandemia del COVID-19, por el distanciamiento social y confinamiento, se ha visto un aumento en un 30 por ciento de estos trastornos en las personas. “La pandemia es un factor que detona el incremento de estos padecimientos en este periodo del año”.

Señaló que entre las principales causas de la depresión estacional está la luminosidad de la luz del día, es decir, la disminución de la luz del sol impacta en el aspecto físico y específicamente en la producción de algunos neurotransmisores como son la serotonina, la melatonina y dopamina, que influyen en el estado de ánimo de las personas.

Otra causa es la presencia de antecedentes familiares, dentro de la historia familiar exista un pariente cercano que haya presentado un cuadro depresivo; lo que predispone con mayor facilidad a padecer un cuadro depresivo estacional.

Dijo que este trastorno de la depresión estacional puede aparecer en la adolescencia o en la vida adulta y puede tener relación con cuadros depresivos anteriores en la persona y que en el periodo de otoño e invierno se potencia esta sintomatología.

Abundó que hay mayor incidencia en lugares en donde el clima es frío y hay menos luz del sol y se presenta con mayor frecuencia en jóvenes y mujeres que en varones y personas adultas mayores o niños.

María del Carmen Mora refirió que entre las principales sintomatologías de un cuadro depresivo estacional está la presencia de una tristeza prolongada que va más allá de 1 o 2 días o semanas, sino que se “instala” y pueden ser varios meses con la sensación de una tristeza permanente; otro síntoma es la falta de energía; aun cuando haya dormido bien la persona; y pareciera que el descanso no fue reparador y la persona se siente sin energía; también se presenta la pérdida del disfrute, es decir, perder interés por aquellas actividades que antes le motivaban y ahora ya no disfruta.

Apuntó que entre otros síntomas está la pérdida de sueño y alteraciones en la alimentación; con respecto al sueño puede ser que se duerma poco o viceversa, es decir, dormir más de lo habitual; fallas en la memoria, olvidar algunas cosas u objetos, olvidar citas o dificultades para comenzar a trabajar; llanto por una alta sensibilidad ante el entorno y la irritabilidad inmediata en la persona.

Dijo que ante el confinamiento que está viviendo la gente por la COVID-19, todos estos síntomas se potencian y se están presentando actualmente más casos de cuadros depresivos o de ansiedad entre la población por el aislamiento prolongado y falta de contacto social.

Por lo tanto, será importante distinguir si es un efecto de este confinamiento o es parte de la sintomatología de un cuadro depresivo estacional y este se puede distinguir desde antes de que llegara el otoño; identificar si esa sensación de tristeza, de apatía, de desesperanza, está siendo provocada por la pandemia y el confinamiento, pero si en años anteriores, justo en estas fechas, se presentan estos síntomas, estamos hablando de la depresión estacional.

Manifestó que ante un cuadro de depresión estacional es importante comprender que es un estado del ánimo de la persona; las causas que ya explicaron y es necesario abordar cada uno de los síntomas; y para ello, es importante tomar “baños de sol” por un lapso de tiempo de 20 minutos diarios, hacer uso de la luminoterapia o fototerapia, es decir, estar expuestos a la luz artificial para ayudar a la generación de neurotransmisores como son la serotonina, la melatonina y dopamina.

Agregó que otra recomendación para evadir la depresión estacional es evitar reprimir las emociones y compartir todo lo que se está sintiendo con las personas con las que se convive en casa, en el trabajo o con la red de apoyo con la que se pueda contar.

Y si se encuentra uno en el aislamiento total, es importante hacer videollamadas, usar las redes sociales y mantenerse en contacto con otras personas; así como generar hábitos de vida saludable, cuidando la alimentación, buscar fuentes que generen los neurotransmisores como son la serotonina, la melatonina y dopamina, que proporcionan el chocolate y los alimentos verdes para mejorar nuestro estado de ánimo; una buena hidratación y la ingesta de proteínas y vitaminas; así como cuidar los horarios de sueño, promover la activación física y por último, acudir con un especialista para recibir la atención necesaria, concluyó la académica.