Leonardo Núñez y Jorge A. Castañeda Morales
La creación de la Guardia Nacional ha sido una de las principales estrategias de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer frente a la crisis de seguridad y violencia que azota a todo el país desde hace más de una década. En el discurso, se planteó que habría una nueva corporación, de carácter policial y civil, que debería crearse y consolidarse de manera acelerada para lograr tener alrededor de 150 mil elementos desplegados durante el sexenio.
Sin embargo, en los hechos la Guardia Nacional nunca funcionó como una institución policial y tampoco tuvo ninguna intención de consolidarse como una fuerza civil independiente. Lo que sí hubo fue un esquema en el que, a pesar de que la Guardia Nacional podría llegar a tener más de 112 mil millones de pesos de presupuesto en 2023 —que sería incluso más que el presupuesto de toda la Secretaría de la Defensa Nacional—, la mayor parte de los gastos necesarios para la conformación de una institución independiente han sido realizados por los militares, mientras que el presupuesto de la Guardia Nacional se ha limitado a usarse para gastos operativos como gasolina, servicios básicos o uniformes. A lo largo de esta investigación se demuestra que:
- El 59% de los integrantes de la Guardia Nacional no tienen una plaza dentro de la propia institución, sino que se trata de militares que jamás dejaron de pertenecer y recibir sus salarios en la Secretaría de la Defensa Nacional.
- La Guardia Nacional no ha pagado un solo peso para la construcción de ninguno de los 190 cuarteles que se han inaugurado hasta el momento ni planea hacerlo en el futuro. Todas las instalaciones han sido pagadas por la SEDENA, que además es la propietaria de los inmuebles.
- La Guardia Nacional no ha usado su presupuesto para la adquisición de los materiales, equipo o vehículos que utiliza. En cambio, estos conceptos se han pagado por la SEDENA con recursos del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar
- El presupuesto de la Guardia Nacional, en lugar de utilizarse para consolidar una fuerza de seguridad independiente, se ha utilizado principalmente para el pago de gastos corrientes, como servicios y materiales.
- El incremento de 70% en los recursos de la Guardia Nacional propuesto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 será asignado mayormente para «Otras erogaciones especiales», por lo que es incierto en qué planean ser utilizadas.
Por lo tanto, desde su origen la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador han escenificado una ficción: han pretendido hacer pasar a la GN como una institución policial y bajo el control civil, supuestamente acatando la Constitución. La idea de una reforma constitucional para que la SEDENA tenga en sus manos el control total de la Guardia Nacional es problemática, pues de un plumazo duplicaría los recursos en manos de los militares, pero lo más preocupante es que no se trata de una iniciativa reciente, sino que ha sido la intencionalidad desde el inicio, pues la SEDENA se ha hecho cargo de la integración, operación, financiamiento y administración de la GN en todo momento. Tanto si continuamos con este esquema de vulneración a la constitución, como si prospera la pretensión del presidente y los militares de legalizar esta situación, estaremos dando un paso hacia la militarización del que quizá ya no haya marcha atrás.
Con información de Mexicanos contra la Corrupción
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