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Francia.- El papa Francisco arribó a la ciudad de Marsella, y en su discurso destacó que “la parálisis del miedo y el desinterés que condena a muerte con guantes de seda” a migrantes, en el Mediterráneo.
Por eso, dijo que es un “deber de la humanidad” dar socorro a los que cruzan el mar hacia Europa.
“No podemos resignarnos a ver seres humanos tratados como mercancía de cambio, aprisionados y torturados de manera atroz, nopodemos seguir presenciando los dramas de los naufragios, provocados por contrabandos repugnantes y por el fanatismo de la indiferencia”, refirió el Papa.
En la ciudad de Marsella, acoge la tercera edición de los Encuentros Mediterráneos, donde participan obispos, jóvenes, de distintos países del «Mare Nostrum» preocupados por la situación migratoria y los innumerables retos que conlleva.
