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Sin Secretos | Angélica García

México unido en oración: El pueblo llora y honra la memoria del Papa Francisco. El sonar de campanas y oraciones lo despidieron 

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Sin Secretos / Angélica García Muñoz 

Ciudad de México, 21 de abril de 2025.- La madrugada de este lunes, México despertó con el corazón encogido: el Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, falleció este lunes, a las 7:35 horas (CEST, tiempo de Roma; 00:35 CDT, tiempo de México) en la Casa Santa Marta, Vaticano.

A los 88 años, Jorge Mario Bergoglio sucumbió tras 38 días luchando contra una infección respiratoria que derivó en neumonía bilateral. Desde Roma hasta la Catedral Metropolitana, las campanas tañeron 88 veces, un lamento que unió al mundo en un abrazo al “Papa de la misericordia”. México, movilizado por la fe, rinde homenaje a un pastor que marcó su alma con misas, rosarios y oraciones.

*Un duelo que moviliza a México y al mundo*

La noticia, que llegó a México en la madrugada por la diferencia horaria de 8 con Roma, desató una ola de duelo y acción. En la Plaza de San Pedro, miles de fieles se reunieron, y entre lágrimas rezaron, mientras las campanas de Notre-Dame en París, la Catedral de São Paulo, en Brasil y la Basílica de San Juan de Letrán, resonaban en tributo. El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) expresó su pesar: “El Santo Pueblo de Dios llora la partida del Papa Francisco a la Casa del Padre”.

En México, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lideró el luto nacional: “Con profundo dolor anunciamos la muerte de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma regresó a la Casa del Padre”, señaló la CEM, convocando a misas en todas las diócesis para orar por su eterno descanso. 

El arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, destacó que Francisco “enseñó a caminar cómo iglesia sinodal y cuidar a los más vulnerables”, y anunció misa en la Basílica de Guadalupe para honrarlo. La Arquidiócesis de Monterrey pidió a los fieles “elevar una oración por su eterno descanso”, reflejando la unidad de la Iglesia mexicana en el duelo. Parroquias de todo el país organizaron rosarios y vigilias, llenando iglesias con altares adornados con fotos de Francisco y con velas.

En la Basílica de Guadalupe, fieles abarrotaron la plaza desde el amanecer con velas, rosarios y fotos del Papa que en 2016 oró ante la Virgen Morena, respondiendo a una Jornada de Oración.

La Catedral Metropolitana marcó el luto con 100 campanadas, un sonido que abrazó a la ciudad en su dolor. En Puebla, la noticia resonó profundamente. Las campanas de la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción tañeron en señal de duelo, atrayendo a cientos de fieles al atrio, donde rezaron el rosario y colocaron velas junto a un retrato de Francisco. Estudiantes de las universidades privadas y movimientos juveniles católicos se unieron en oración, recordando al Papa que inspiró a los jóvenes a ser “protagonistas de la esperanza”. Poblanos compartieron su dolor: “Puebla llora a Francisco, nuestro guía”. En Guadalajara, Mérida y Chiapas, las campanas también resonaron, acompañadas de mensajes como “Francisco, gracias por tu amor”.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su pesar al iniciar su conferencia matutina: “Nuestro abrazo a todos los católicos de México, pero también a los no católicos. Fue un humanista, un hombre que estuvo cerca siempre del más humilde, de los pobres”. También señaló: “Francisco fue un humanista que optó por los pobres, la paz y la igualdad. Deja un gran legado de verdadero amor al prójimo. Haberlo conocido fue un gran honor y privilegio. Descanse en paz”. El mundo se unió al luto. El presidente de Argentina, Javier Milei, decretó siete días de duelo, llamando a Francisco “un apóstol de la paz”. El primer ministro de India, Narendra Modi, elogió su “corazón sin fronteras”, y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, agradeció sus oraciones por su pueblo. En Indonesia, fieles recordaron su visita a Yakarta en 2024, donde promovió el diálogo interreligioso. Millones compartieron su frase: “Dios nunca cierra la puerta”.

 *Un legado que ilumina el mundo*

Francisco marcó la historia con un pontificado de 12 años que transformó la Iglesia. Con Praedicate Evangelium, renovó la Curia Romana, haciéndola más inclusiva. Limpió las finanzas vaticanas, enfrentando casos de corrupción. Su lucha contra los abusos sexuales, con “Vos estis lux mundi”, dio esperanza a las víctimas. Sus encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti, inspiraron un compromiso con el planeta y la fraternidad universal.

Fue un Papa de puentes: firmó un pacto de hermandad con el islam en Abu Dabi, visitó Irak para dialogar con chiíes, y medió entre Cuba y Estados Unidos. Empoderó a los jóvenes en el Sínodo de 2018, abrió caminos para los divorciados y promovió una Iglesia sinodal donde todos tienen voz. En México, su legado vive en las casas de migrantes en Tijuana, los proyectos ecológicos en Veracruz y las pastorales juveniles que crecieron tras su visita.

 *Las palabras que México guarda en el alma*

Francisco amó a México con el corazón, y sus frases de 2016 son un tesoro eterno. En la Basílica de Guadalupe, dijo: “La Virgen Morena es nuestra madre, y con ella todo es posible”. En Ecatepec, exclamó: “No dejen que les apaguen la esperanza, Dios está con ustedes”. En Morelia, a los jóvenes, les pidió: “Sean constructores de paz, no se rindan”. En Ciudad Juárez, su oración en la frontera resonó: “Que el mundo oiga el clamor de los migrantes”. Estas palabras, coreadas en las oraciones convocadas por la CEM, son un faro para el país.

*Un adiós que siembra esperanza*

En el Vaticano, el cardenal Kevin Farrell prepara el velorio de Francisco en la Basílica de San Pedro, que comenzará este miércoles 23 de abril, en un rito sencillo, como él pidió. Su deseo de ser sepultado en Santa María la Mayor refleja su vida humilde, siempre cerca de los últimos. El cónclave para elegir a su sucesor se acerca, pero hoy el mundo agradece.

En México, las iglesias se llenan de misas y oraciones, impulsadas por la CEM. En Chiapas, comunidades tzotziles rezan por el Papa que les pidió perdón; en Tapachula, migrantes recuerdan su abrazo en la frontera. Un joven compartió: “Francisco nos enseñó que la fe es amor que transforma”. Una abuela dijo: “Su sonrisa era la de un santo que nos guía”.

México y el mundo despiden a Francisco con lágrimas y gratitud. Su vida fue un canto a la misericordia, un eco de su frase: “Dios siempre nos espera”. Bajo el manto de la Guadalupana, su legado seguirá vivo en cada joven que sueña, cada migrante que encuentra refugio y cada corazón que cree en un mundo de amor. Las campanas suenan, pero no es un adiós: es un “gracias, Francisco, por mostrarnos el camino”.

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