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El Instituto para las estadísticas de la UNESCO, señala que México gasta el 0.4% del Producto Interno Bruto en investigación, y cuenta con menos de 200 investigadores por millón de habitantes; estos datos lo colocan entre los países que menos recursos destinan a investigación y desarrollo.
Los países que más porcentaje del PIB invierten en estos rubros son Corea y Japón, con 4.5% y casi 4% del PIB respectivamente; estos países cuentan cada uno con más de 5,000 investigadores por millón de habitantes.
México tiene el talento y capital humano en el campo de la investigación para desarrollar ciencia para beneficio de la población en el rubro de la salud, pero la falta de financiamiento y apoyos limitan que ésta se realice de manera eficiente.
El apoyo a la ciencia y a la tecnología es fundamental para México, porque el talento y capital humano de sus investigadores es competitivo en cualquier parte del mundo, y para el desarrollo de la ciencia en el campo de la salud es importante, enfatizó Rocío Sánchez Lara, catedrática investigadora de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
Señaló que la emergencia sanitaria que está imperando en estos momentos en el país y en el resto del mundo por la Covid-19, vino a evidenciar la importancia que tienen los centros de investigación para el desarrollo de la ciencia en cada nación del mundo.
Advirtió que México tiene con sus investigadores, “grandes capacidades para plantear proyectos de investigación que pueden impactar en el campo de la salud de manera significativa en lo particular y de manera colectiva en la población. Sin embargo, es nuestra responsabilidad exigir a nuestras autoridades mexicanas que ese apoyo llegue y que sea utilizado de la mejor manera a través del desarrollo de la ciencia en el rubro de la salud que tanta falta le hace a nuestro país”.
Manifestó que de acuerdo con el Instituto para las estadísticas de la UNESCO, México gasta el 0.4% del PIB en investigación, y cuenta con menos de 200 investigadores por millón de habitantes; estos datos lo colocan entre los países que menos recursos destinan a investigación y desarrollo. Los países que más porcentaje del PIB invierten en estos rubros son Corea y Japón, con 4.5% y casi 4% del PIB respectivamente; estos países cuentan cada uno con más de 5,000 investigadores por millón de habitantes.
Con respecto a la campaña de vacunación que se está llevando a cabo en el país, recomendó a las personas que participen y se coloquen el biológico que esté a su alcance y que continúen con las recomendaciones de salud sanitaria que están vigentes hasta el momento, para evitar que se sigan incrementando el número de contagios y muertes ocasionadas por la Covid-19; como es el uso indispensable del cubrebocas, la sana distancia y el uso de desinfectantes para las manos.
En ese orden de ideas, Rocío Baños Lara, también Directora del Centro de Investigación Oncológica de Una Nueva Esperanza-UPAEP, junto con el médico Edrei León Rueda, egresado de la Facultad de Medicina de la UPAEP, compartieron esta investigación que habla de los Centros de Investigación para la Salud en México.
Centros de investigación para la salud en México
La emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 que vive el mundo desde inicios del 2020, deja al descubierto la utilidad de la investigación científica médica. La rapidez con la que se desarrollaron vacunas ha sido sin precedentes; las primeras vacunas que se autorizaron por emergencia fueron las de RNA mensajero, de las que se sabía podían ser herramientas importantes en la prevención de algunas enfermedades (1).
Como es sabido, México cuenta con un desarrollo de vacuna contra COVID19, la llamada Patria, que, según el último informe del gobierno, la fase clínica 1 iniciaría en abril, y se estima que podría estar lista para su uso por emergencia a finales del 2021. Este desarrollo vacunal, se basa en tecnología del Hospital Monte Sinaí situado en NY., EUA. En su elaboración interviene AVIMEX, empresa mexicana desarrolladora de productos biológicos para la salud animal, y cuenta con la participación de diferentes institutos de investigación mexicanos, entre ellos, el IMSS, Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y la UNAM (2).
Lo anterior es un ejemplo claro de la colaboración de diferentes instituciones para resolver problemas de salud. En México existe un gran número de centros de investigación en salud y tantos otros que desarrollan investigación básica con aplicaciones a la salud humana y animal. Tan solo el IMSS cuenta con 42 centros y unidades de investigación (3); por su parte el INSP cuenta con siete centros (4). El Conacyt tiene 26 centros públicos de investigación, de los cuales ocho están dedicados al estudio del medio ambiente, salud y alimentación (5). Alrededor de 15 centros e institutos de investigación en áreas de ciencias biológicas y de la salud, pertenecen al Instituto Politécnico Nacional y a la UNAM. A nivel estatal, las universidades públicas (BUAP) y privadas (UPAEP) aportan investigaciones en el área biomédica y de la salud, desde cinco centros.
Existen como se narra, numerosos centros de investigación en México, con científicos y científicas talentosos y altamente capacitados, en su mayoría pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del Conacyt, pero ¿qué hace falta para que estos generen resultados de alto alcance en la prevención, y la solución de los problemas de salud? sin duda hace falta financiamiento.
Se estima que la inversión en investigación y desarrollo para generar un medicamento nuevo es alrededor de 2.4 billones de euros (cerca de 60 mil millones de pesos mexicanos) (6); Como referencia, el financiamiento que otorgó Conacyt para el desarrollo de la vacuna Patria, partiendo de tecnología ya conocida, fue apenas de 135 millones de pesos, a este monto se suman 15 millones de pesos otorgados por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (AMEXCID-SRE) (2).
Conacyt clama que el presupuesto para ciencia, tecnología, e innovación (CTI) en 2019 fue el más alto en los últimos siete años (7). Aún así, de acuerdo con el Instituto para las estadísticas de la UNESCO, México gasta el 0.4% del PIB en investigación, y cuenta con menos de 200 investigadores por millón de habitantes; estos datos lo colocan entre los países que menos recursos destinan a investigación y desarrollo. Los países que más porcentaje del PIB invierten en estos rubros son Corea y Japón, con 4.5% y casi 4% del PIB respectivamente; estos países cuentan cada uno con más de 5,000 investigadores por millón de habitantes (8).
En conclusión, nuestro país cuenta con laboratorios, unidades, centros e institutos que conducen investigación en ciencias biológicas y de la salud. Sin embargo, se requiere inversión para cubrir gastos que van más allá del espacio físico. En materia de recursos humanos es necesario contratar investigadores, posdoctorantes y cubrir becas para estudiantes; por otra parte se requiere recurso económico para la compra de equipos, reactivos, licencias de software, libros, publicación de artículos, etc., en otras palabras, todavía se requiere mucho más apoyo para la investigación en temas de salud en México.
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