Los lujos de los políticos corruptos han sido emblemáticos y una pieza que no puede faltar en la historia de México, casi tan común como las gorditas y quesadillas, es el enriquecimiento político de los apátridas que vacían las arcas del pueblo para vivir como sultanes.
Muy a pesar de nuestra tierra azteca combativa y abundante, hemos olvidado algunos monumentos a la corrupción que iremos repasando, hoy le toca al ex gobernador Panista Guillermo Padrés.
El rancho de Padrés
El ex Gobernador emanado del PAN ocupo el cargo del 2009 al 2015 en Sonora.
Allá por el 2014 se le abrió proceso por fraude fiscal, lavado de dinero y delincuencia organizada.
El ex mandatario actualmente enfrenta su proceso legal en libertad y tiene que presentarse a los juzgados cada 15 días, tiene prohibido salir del país y se colocó un localizador electrónico.
De casi 20 propiedades de dudosa procedencia el «Rancho Pozonuevo» en Arizpe Sonora contaba con una extensión ofensiva para aquel que sabe con qué dinero lo compró, además de una presa de 120 m de largo por 80 de alto para abastecer de agua a la propiedad.
Dicha presa fue construida presuntamente sin contar con los permisos y afectando a los pozos cercanos a la propiedad de Padrés lo que provocó que se secaran.
Por otro lado y para mayor coraje de los campesinos, en esa zona se había solicitado la construcción de una presa, petición que fue denegada por el gobierno de Padrés.
Conagua exigió la demolición de l apresa luego de que se comprobó que hubo retención de aguas federales en la construcción de la misma y sin el permiso de construcción sobre el arroyo federal.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.