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La Conferencia del Episcopado Mexicano, señaló que la vida del Padre Gustavo, es ejemplo que impulsa a seguir trabajando para promover en el mundo el Reino de Dios, con caridad y justicia, especialmente entre las personas, que por necesidad tienen que dejar su tierra, su familia, sus orígenes.
En comunicado el CEM, envió el siguiente mensaje:
“Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme” (Mt 25, 34b-36)
La Secretaria General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana se unen en oración y sentimientos, a la pena que experimenta la Arquidiócesis de Puebla, la familia Rodríguez Zarate, y todos aquellos que trabajan, especialmente por la causa migrante, por la partida a la Casa del Padre, de nuestro querido amigo y colaborador el P. Gustavo Rodríguez Zarate.
Nuestro hermano, el padre Gustavo, dedicó su vida a múltiples tareas apostólicas, entre ellas, a acompañar a los hermanos en contexto de movilidad, de manera especial a los hermanos y hermanas migrantes.
Como parte del Equipo Nacional de Movilidad Humana, de la Conferencia Episcopal Mexicana, siempre nos inspiró y apoyó decididamente a buscar acciones que beneficiaran a quienes, en su camino, padecían vulnerabilidad.
Que su ejemplo nos impulse a seguir trabajando para promover en el mundo el Reino de Dios, con caridad y justicia, especialmente entre las personas, que por necesidad tienen que dejar su tierra, su familia, sus orígenes.
Nos unimos en oración, y ofrecemos nuestra Eucaristía, por su eterno descanso y pedimos a Dios lo reciba en su santo Reino.
Descanse en Paz, el Padre Gustavo Rodríguez.
+ J. Guadalupe Torres Campos
Responsable de la Dimensión de Movilidad Humana
+Alfonso Miranda Guardiola
Secretario General de la CEM