Connect with us

Sn Pedro Cholula

La Tlahuanca, Fiesta de la Embriaguez Espiritual

Fotos. José Zamora Romero

Especial / Diario Sin Secretos

Dra. Margarita Tlapa Almonte

Una de las grandes características que enorgullece y resalta a México en el escenario mundial es su diversidad biocultural, en el que se establece la relación hombre-naturaleza. Esta diversidad se refiere a saberes, prácticas, usos y expresiones de los pueblos, grupos e individuos. De cómo conciben estos su entorno, su interacción con la naturaleza y la historia a través de valores y del conocimiento oral, para crearlo y recrearlo constantemente de generación en generación dando un sentido de pertenencia, identidad cultural y continuidad.

En los barrios de San Pedro Cholula, este patrimonio biocultural se conserva a través de expresiones y manifestaciones de la vida cotidiana, mismo que depende de sus portadores del conocimiento tradicional, no solo para su conservación, sino también para su salvaguarda y mantener la cohesión social entre los miembros de las comunidades o grupos, a través de sus saberes, práctica de ritos, creencias religiosas y concepciones del universo. Sin embargo, es evidente la transformación a lo largo de la historia originada por las diversas amenazas, entre ellas el fenómeno de globalización, la urbanización, la homogeneización, la falta de valoración, la pérdida del conocimiento tradicional oral, entre otras; contribuyendo con esto a la vulnerabilidad, transformación, deterioro y extinción de las mismas.

En San Pedro Cholula, se realizan y conservan las fiestas religiosas que poseen una gran diversidad biocultural, en este artículo trataremos de una de las fiestas religiosas más importantes para los diez barrios de Cholula que es parte del patrimonio biocultural, se denomina “La Tlahuanca. La Fiesta de la Embriaguez Espiritual”. Los portadores del conocimiento tradicional oral de los barrios de Cholula, mencionan la relación del inicio del ciclo del maíz y bebida del pulque con sus creencias y prácticas religiosas de sincretismo religioso prehispánico-católico.  

La Tlahuanca nguisnahuetl, Santiago Mizquitla, San Matías Cocoyotla, San Juan Texpolco, San Cristóbal Tepontla, Santa María Xixitla, Santa María Magdalena Coapa, San Pedro Mexicaltzingo, San Pablo Tecamac y Jesús Tlatempa, en ese orden. Las Circulares son: la Virgen de los Remedios, la Virgen de Guadalupe y San Pedro de Ánimas. La fiesta es organizada por la mayordomía de la Circular de San Pedro de Ánimas, tiene antecedentes prehispánicos, se celebra durante el periodo de la Cuaresma, con ceremonias y rituales católicos petitorios a la lluvia, la fertilidad, el cultivo y una buena cosecha del maíz. 

La Tlahuanca, es una fiesta religiosa de origen mexica, tiene como antecedente la segunda veintena del calendario solar náhuatl llamada tlacaxipehualiztli o “sacrificio gladiatorio”, fiesta relacionada con fertilidad agrícola y petición de la lluvia; así como, con los dioses del pulque. Esta fiesta indicaba el cambio la renovación o surgimiento de la nueva vegetación. En Cholula antes de la llegada de los españoles, se celebraba el tlacaxipehualiztli en la primera luna nueva. Tiachcas y principales de los barrios suponen que posteriormente esta fiesta se fortaleció al recordar el mito de Quetzalcóatl y la creación de los hombres, sin embargo, con la Conquista española el clero regular en coordinación con principales cholultecas cambiaron la fiesta por una fiesta católica. Los tiachcas y principales, señalan a la Tlahuanca como una fiesta grande o principal, fiesta de señores, es movible en cuanto a fecha. Se celebra el cuarto lunes durante la Cuaresma de acuerdo al calendario litúrgico católico, previo al periodo Semana Santa-Pascua, siendo el preámbulo para la celebración del Altepeilhuitl o Fiesta del Pueblo. 

La Tlahuanca celebra a la muerte, recuerda a los tiachcas difuntos que realizaron la mayordomía de la Circular de San Pedro de Ánimas. La acompañan ceremonias, rituales rogativos y petitorios de lluvia, fertilidad, cultivo y buenas cosechas del ciclo agrícola. Al igual que en las culturas mesoamericanas, la muerte desempeñaba un papel fundamental para recordar a sus difuntos, quienes tenían estrecha relación con el ciclo agrícola. Se realiza en el templo de la Capilla Real o de Naturales. Se realizan rituales como el alba, la serenata o candiles y la ceremonia de la Misa, que ofrece el barrio anfitrión, además de una Procesión hacia la Capilla Real o de Naturales. La imagen de San Pedro de Ánimas sale de la casa de los mayordomos acompañada del tochacate, banda de música de viento. En esta Procesión acompañan las Circulares de la Virgen de Guadalupe y la Virgen de los Remedios.  La ceremonia de la Fiesta de la Tlahuanca la preside el Ánima sola, se encuentra colocada abajo o al lado del Altar Mayor del templo. De acuerdo al conocimiento tradicional oral, el “Ánima sola” es quien sustituyó a Mictlantecuhtli el señor de la muerte o del inframundo; en el Altar Mayor se encuentra la Virgen de Guadalupe quien sustituyó a Mictlancíhuatl, la señora de la muerte; el templo de la Capilla Real el Mictlán (lugar de los muertos o inframundo), de ahí la explicación del por qué estas imágenes no salen a procesiones. 

En la ceremonia de la misa, antes del Ofertorio y la segunda parte de la misa, en la Consagración del cuerpo y sangre de Cristo, existe un momento de espiritualidad, el acto más relevante de la Tlahuanca por ser un vínculo entre la reflexión profunda y ofrendas a Dios. De ahí el nombre de la Borrachera Espiritual. En este momento se hace entrega a los señores principales (alumbradores o veladores) y mayordomos una Cruz de madera pintada de negro. 

Al término de la ceremonia de la misa de la Tlahuanca el sacerdote junto con los veladores o alumbradores, mayordomos y la comunidad de los diez barrios, realizan una segunda Procesión con la imagen de San Pedro de Ánimas adornado con arcos de flores de temporada al interior de la Capilla Real. De acuerdo a los portadores del conocimiento tradicional tiachcas y principales, la Tlahuanca tiene una interpretación mitológica en relación a la creación del hombre por lo que en esta ocasión sólo preside la Procesión. Se realiza al interior y alrededor del templo de la Capilla Real, posiblemente son las vueltas que Quetzalcóatl da alrededor del “circulo de jade” para bajar por los huesos de sus antepasados custodiados por el dios del inframundo Mictlantecuhtli, recorre los cuatro rumbos y cuatro puntos de la Cruz.  La imagen de San Pedro porta sus llaves de la mano hacia abajo, significa que Quetzalcóatl baja al inframundo (Mictlán), de ahí la Bajada del barrio anfitrión a la Capilla Real. San Pedro de Ánimas porta vestimenta color blanco y negro, en algunas ocasiones morado, para recordar el duelo a los difuntos y/o la Pasión de Cristo, recuerda a la dualidad mítica de Quetzalcóatl y Xólotl en una misma identidad con quien baja al inframundo para cubrirse de los espíritus del Mictlán. En la época prehispánica el color blanco sólo lo portaban en sus vestimentas los dioses. El color negro representa la noche, la oscuridad, el frío, la sequía, la guerra, el hambre, la estación de secas, la noche, el rumbo del Mictlán, lugar donde reposan los muertos, morada de los dioses del inframundo y la muerte, el nivel nueve (las nueve llanuras), representa a Xólotl lucero vespertino y hermano gemelo de Quetzalcóatl. 

Según el mito Miclantecuhtli envía a Quetzalcóatl al inframundo a buscar los huesos-jade (chalchiuhomit) de sus antepasados para crear de nuevo a los hombres, se viste de negro para pasar desapercibido, baja por decisión propia en forma de Xólotl, nahual o perro que acompaña al Sol y cuyo sacrificio es indispensable para la liberación del espíritu. La Procesión de la Tlahuanca recorre los cuatro Altares ubicados en las cuatro esquinas del interior del templo de la Capilla Real, posiblemente representan los cuatro rumbos del universo. Durante la Procesión, en cada altar se rezan los responsorios dedicados a los tiachcas difuntos, en la parte central se coloca la imagen de San Pedro Ánimas, se ofrece copal, se toca el carrizo o flauta y hace sonar el tochacate el tochacatero para hacer reflexión y la petición de la lluvia por el inicio del nuevo ciclo agrícola. Los alumbradores o veladores y mayordomos anteceden la Procesión seguidos de San Pedro de Ánimas, al lado la imagen de la Virgen de Guadalupe. 

Al término de la Procesión y Misa, los mayordomos de la Circular de San Pedro de Ánimas junto con los mayordomos de las Circulares de Guadalupe y Remedios, huehuetiahcas, tiachcas, principales, mayordomos del barrio, Hermandades y mayordomos de los cargos menores del barrio anfitrión, portando cetros y platos de los cargos que representan, agradecen a cada uno de los tiachcas, principales (veladores) y mayordomos de los nueve barrios invitados, su asistencia a la fiesta de la Tlahuanca. Al mismo tiempo, el mayordomo de San Pedro de Ánimas obsequia un agradecimiento impreso de San Pedro de Ánimas o la Virgen del Carmen, además de ofrecer a los alumbradores y mayordomos invitados de los nueve barrios, una jícara o vaso de pulque (como una reliquia) para celebrar la Tlahuanca y símbolo de embriaguez espiritual (sangre de Jesucristo). Para los tiachcas y principales de los barrios la celebración de la misa es el acto central de la fiesta de la Tlahuanca, representa un banquete, la Eucarística el acto de culto a Jesucristo quien se sacrificó así mismo. Por esta razón los mayordomos de las Circulares y de barrios ofrecen comida y bebida a sus principales, en este caso la bebida del pulque tiene una relación de ritualidad y religiosa con el ser humano, de la importancia del de la bebida como patrimonio biocultural. 

El pulque en la Tlahuanca, es uno de los principales elementos que simboliza, caracteriza y define la fiesta. Se ofrece pulque para la celebración es paralelo al vino que se ofrece en la Eucaristía, representa la embriaguez espiritual, la borrachera sagrada, de los grandes, de los señores del saber durante la celebración Eucarística a través de la espiritualidad, de la convivencia y cohesión social del barrio y de los barrios en una fiesta principal del sistema de cargos mayores. Beber pulque como se hacía en los tiempos prehispánicos, recordar las raíces a través de la bebida más antigua de México, recordar a los difuntos, pedir por la lluvia y la fertilidad agrícola, al mismo tiempo, recordar como católicos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. La misma tradición religiosa que se ha reproducido en los barrios con la finalidad de conservar la identidad, la religiosidad, pero sobre todo la estructura y organización social de los barrios de la ciudad viva más antigua, la ciudad Sagrada de Cholula.

Lo más leido