El llamado de la Iglesia Católica a los fieles con motivo de las festividades de la Presentación del Niño Jesús y La Candelaria, íntimamente ligadas, con profundo sentido religioso y gran arraigo entre el pueblo católico, es que la vestimenta de la imagen refleje el respeto y el reconocimiento al Hijo de Dios que vino a salvar al mundo del pecado.
De ahí que este día – 2 de Febrero- en que millones de mexicanos llevan a su Niño- Dios al templo, lo hagan con respeto y como tal lo vistan con decoro, evitando indumentarias que nada tienen que ver con el sentido religioso.
Vestir al Niño-Dios- no es parte de la liturgia de la Iglesia, es una tradición popular, mediante la cual los fieles le rinden homenaje a Jesús, y lo llevan al templo, y posteriormente, en muchos casos, hay la tradición de repartir tamales, pan de dulce, chocolate o atole, en señal de alegría por el acontecimiento, pero la fiesta no debe derivar en prácticas que alejen del verdadero sentir religioso.
Es lamentable que haya gente que viste a su Niño-Dios, con un sentido pagano y que deriva hasta en ofensa a lo qué Él representa, y lo presentan como deportista, ángel, santo, de algún artista o político, y hasta de la mal llamada santa muerte que es contraria a la fe católica.
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