Diariosinsecretos.com / Angélica García Muñoz
Puebla capital.- “Dios opta por la vida y su defensa” advirtió el líder de la grey católica Víctor Sánchez Espinosa, al explicar el texto bíblico de la prueba que el Señor le puso a Abraham para que sacrificará a su hijo único Issac, y que termina con una Alianza.
Explicó que La Alianza del pueblo con Dios se da por la obediencia de Abraham, él estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, lo puso sobre un altar y dispuso la leña, pero Él no se lo permitió, sólo era una prueba, porque Dios opta por la vida y la respeta.
Y al no negarle a su único hijo Dios lo bendijo, a él y su descendencia que multiplicó como las estrellas del cielo y las arenas del mar.
“Esa descendencia somos nosotros”, dijo el Arzobispo, “y por esa obediencia a Dios, Abraham es el Padre de la Fe”.
Dijo que el recorrido cuaresmal de los fieles , es un tiempo hermoso de conversión para llegar a la meta que son las fiestas de la Pascua.
Precisó que en ésta Cuaresma, en las palabras del Evangelio se sigue escuchando la síntesis de la Historia de la Salvación, y donde la Pascua será una constante.
En la segunda lectura expuso que San Pablo, explica la confianza y seguridad, que debe uno tener para con Dios, pues si alguien nos acusa, Cristo intercede por nosotros.
Explicó que la catequesis de la Cuaresma se centra en mirar a Jesucristo y seguirlo con fe y confianza.
En la transfiguración de Jesús resalta el testimonio de la gloria, pero antes de subir a ella, él les hace entender a sus discípulos que el hijo de Dios tiene que pasar por la pasión y muerte, sólo así será la resurrección gloriosa.
El pasaje de la transfiguración enfatiza la centralidad de la vida de Jesús en la vida de sus discípulos, “Jesús nos sigue llamando, vale la pena seguirlo con autenticidad y generosidad”, concluyó.
Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18
En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán.
Le dijo:
«¡Abrahán!».
Él respondió:
«Aquí estoy».
Dios dijo:
«Toma a tu hijo único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria y ofrécemelo allí en holocausto en uno de los montes que yo te indicaré».
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña.
Entonces Abrahán alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:
«¡Abrahán, Abrahán!».
Él contestó:
«Aquí estoy».
El ángel le ordenó:
«No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo».
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
El ángel del Señor llamó a Abrahán por segunda vez desde el cielo y le dijo: «Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz».
Salmo
Sal 115, 10 y 15. 16-17. 18-19 R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!».
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R/.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R/.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 31b-34
Hermanos:
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, que murió, más todavía, resucitó y está a la derecha de Dios y que además intercede por nosotros?
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-10
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube:
«Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo».
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.