En Pocas Palabras

Hace 102 años, la gripe encerró a los poblanos en sus hogares

En pocas palabras
Por Jesús Contreras Flores

Hoy, por el Covid-19, nuevamente estaremos en nuestra casa

El 19 octubre de 1918, la Oficina de Salubridad de la Ciudad de Puebla, en un manifiesto público, pidió a sus habitantes, ante los estragos que pudiese causar la epidemia que empezaba a manifestarse, tomar medidas más urgentes, para limitar, lo más posible, la propagación de la enfermedad y disminuir la gravedad de los individuos atacados…Y recomienda a los individuos sanos no acudir a lugares de reunión: cines, teatros, templos, etc. Evitar acudir a casas donde haya enfermos; evitar excesos, enfriamientos, consumir alimentos sanos…Recomendaban en ese entonces, a quienes tenían necesidad de estar en contacto con enfermos de gripe, tomar medidas, como lavarse las manos, perfectamente, con agua y jabón y emplear algunos desinfectantes de esa época. Una recomendación muy importante era el aseo corporal y cambio frecuente de ropa…Dan a conocer que el Consejo Superior de Salubridad de México y algunas autoridades europeas recomiendan como uso preservativo el uso de zumo de limón con agua y en infusiones…Recomendaban que cuando una persona tuviera los primeros síntomas, catarro intenso, tos y calentura (fiebre), se guardarán en sus hogares y tomarán compuestos de esos años y de agravarse, entonces acudir al médico. Consideraron absolutamente necesario, en interés del enfermo y de todas las personas que lo rodean, mantenerlo totalmente aislado, sólo en contacto con quién lo atienda y los encargados de esta labor, al entrar en contacto con personas sanas, deberán asearse las manos, la boca y la nariz y además, cambiarse de ropa…Finalmente apuntan: “Como el contacto con una persona portadora de los gérmenes de la enfermedad es suficiente para producir el contagio, deben considerarse como peligroso: el de saludar estrechando la mano, el beso y el abrazo. En consecuencia conviene abstenerse de esos actos”. Signa el documento el doctor Luis Unda…
Hoy, estamos entrando a una nueva era. El Covid-19 o coronavirus, hace estragos en la población mundial, Como hace poco más de cien años ocurrió, pues durante la primera guerra mundial, la humanidad se vio afectada por una epidemia de influenza, -que fue llamada Gripe española-. Se estima que mató entre 20 y 50 millones de personas en el mundo. En el pasado Siglo XX, se repitieron pandemias de gripe en 1957-1958, Gripe asiática, y, en 1968, la -Gripe de Hong Kong-. Estas pandemias se extendieron rápidamente en el mundo y se dijo que hubo un millón de muertes en cada una. En tiempos más recientes, en 1981, surgió una nueva amenaza, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida –sida-; hoy, convertida en realidad epidémica y pandémica ha causado la muerte a varios millones de personas en el mundo y sigue activa. Continuamente aparecen nuevas enfermedades o resurgen antiguas en las últimas décadas denominadas enfermedades infecciosas emergentes o reemergentes a las que la ciencia ha vuelto su mirada por las amenazas epidémicas y trata de conocer más a fondo los mecanismos biológicos y sociales por los que las epidemias se generan. Comentan que en el caso de la influenza humana, han determinado que probablemente tienen su origen en los virus de influenza de aves silvestres acuáticas y pasan a las aves domésticas y otros mamíferos y luego, por mecanismos de mutación o recombinación, pueden adaptarse al ser humano y convertirse en virus con características altamente patogénicas y de elevada eficiencia de transmisión. Estos virus eventualmente dan origen a un nuevo virus pandémico…Así que…
Visto lo anterior, a nosotros nos corresponde hacer lo que nos toca: Tomar las medidas necesarias, cumplir con las indicaciones de las autoridades sanitarias y no apanicarse, o como decía el Chavo del 8: que no panda el cúnico, ante la desorbitada información y desinformación que corre segundo a segundo a través de las redes sociales.
Lo que sí es cierto que como en las anteriores pandemias el mundo, el país, el estado saldrá adelante y nosotros tendremos una nueva visión de nuestras vidas: cuando todo pase, tendremos una nueva visión, quizá seremos más humanos…mientras tanto, cuidemos nuestra salud, pues ello permitirá cuidar también la salud de nuestras familias, vecinos, amistades y toda la población y nuestra economía…este es nuestro reto en estos momentos críticos que estamos viviendo –toda la humanidad- Quedémonos en casa…Hasta la próxima…D.M.

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