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Con el anuncio hecho por Marko Cortés, dirigente nacional del PAN dando por terminada su relación con su homólogo del PRI Alejandro Moreno “Alito”, se pone fin también al maridaje sostenido entre Acción Nacional y el Revolucionario, lo cual da al traste con la alianza opositora con miras al próximo proceso electoral del Estado de México -la joya de la corona- ; y Coahuila, para el 2023, que será la antesala para las elecciones presidenciales del 2024.
El rompimiento era inevitable, luego de que los diputados federales del PRI votaran a favor de que el Ejército continúe en las calles hasta 2028 para combatir al crimen organizado.
A manera de reclamo, Cortés, dijo: “Ya no habrá relación con Alejandro Moreno, lo hemos dicho con claridad, porque ya no hay confianza con la dirigencia nacional del PRI, quien no cumplió con su palabra y porque se incumplieron los acuerdos.. ya no hay confianza -en a, fue más alito-”.
El rompimiento entre Marko Cortés y Alejandro Moreno fue más notorio, ya que ambos políticos que acudieron a la toma de protesta de Esteban Villegas, como gobernador de Durango, no se saludaron.
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