Si a usted se le ocurre ir a visitar al ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, en su pequeño palacio de Zavaleta donde vive, no podrá acceder; está bien resguardado. Es un bunker estilo hitleriano.
Casi piden el acta de defunción por entrar al fraccionamiento.
Ayer, el tartufo inauguró el nuevo montaje de la farsa.
Por la noche, en diferentes plataformas digitales, dio a conocer que la seguridad del lugar donde vive fue vulnerada. “He suspendido mi gira en el interior del estado y en este momento estoy regresando a la capital. Mi familia está bien. Me comentan que hay personas inocentes heridas. Información apunta a que hubo un móvil político contra mi persona”, dijo.
¡Mintió!
Circula la información de que entraron algunas personas a la zona residencial y que hay dos detenidos, un hombre y una mujer colombianos, pero nunca se dirigieron a su casa, sino a la de unos vecinos.
Calificó a priori los acontecimientos soslayando la investigación.
¿Cuál móvil político?
Que explique el tartufo.
Burda maniobra para victimizarse, igual que Mario Riestra Piña inventó que un borrachito se acercó a él en San Francisco Totimehuacán y le dijo dos veces: “Tu cabeza vale 15 mil pesos”, siendo incapaz su equipo de guardaespaldas de atrapar infraganti al sujeto que iba acompañado de su esposa e hijas.
Montajes infames sumados a la autograbación del delincuente Eukid Castañón Herrera, presumiendo que opera para los candidatos de Morena, filtrando sus gracejadas al portal Latinus, palero del PAN y el PRI.
Eukid, tuvo siempre bajo sus órdenes a Eduardo Rivera y Mario Riestra durante el morenovallismo. Los tres participaron en el gobierno del abuso y la persecución, sin olvidar el fraude electoral de 2018.
¿Quién le cree a un mafioso en libertad condicional que enfrenta varias acusaciones por diversos delitos?
Ya que el gobernador Sergio Salomón Céspedes ha ofrecido dar con los responsables de la intromisión al fraccionamiento donde vive tartufo Rivera, también debe exigir que la seguridad pública municipal se ponga a trabajar, porque solamente ha contribuido al desgobierno en la capital.
Y si no fuera tanto pedir, se debe responsabilizar a Eduardo Rivera y a su suplente y cómplice, Adán Domínguez, de los crímenes perpetrados contra los ciudadanos poblanos. La inseguridad se come a diario en la capital poblana.
Para acabarla de acabar, Rubén Moreira y su pasado tortuoso, le exige a Sergio Salomón garantizar la paz y lo responsabiliza de la seguridad de los candidatos.
POSDATA: Si Eduardo Rivera Pérez quería llamar la atención para eclipsar el 162 aniversario de la Batalla del 5 de mayo, que presidirá hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador, se equivocó y exhibe nuevamente su deformada inteligencia yunquista.
POSDATA 2: Ya que los nefastos Carlos Alazraky y Javier Lozano Alarcón fueron a Veracruz a desacreditar a la candidata de Morena, Rocío Nalhe, señalando que nació en Zacatecas, sin dejar de mostrar su respaldo a José Yunes, deberían venir a Puebla a gritar que Eduardo Rivera Pérez es de Toluca.
POSDATA 3: La dirigencia de Morena en Puebla, se deslindó de los hechos denunciados por el tartufo Rivera Pérez, condenando toda clase de violencia e inseguridad que, por cierto, nunca atendió el panista en sus dos períodos de alcalde, heredando su ineficiencia al de por sí inepto Adán Domínguez.
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