*La Iglesia de Nuestra Señora del Inmaculado Corazón de Jesús, será el centro de de difusión de la causa de beatificación de Monseñor Ramón Ibarra y González.
DiarioSinSecretos.com/ Angélica García Muñoz
En la conmemoración del 106 aniversario del fallecimiento de Monseñor Ramón Ibarra y González, la Arquidiócesis destinó el templo de Nuestra Señora Del Inmaculado Corazón de Jésus – ubicado en el barrio de El Parral- como centro de difusión para continuar con el proceso de beatificación del primer arzobispo de Puebla.
El promotor de la causa, padre José Luis Reyeros, informó a los fieles reunidos en misa en la Catedral Metropolitana que por disposición del Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, todos los días 12 de cada mes se celebrarán misas y actividades en torno a la causa de beatificación de Monseñor Ibarra y González, declarado Venerable Siervo de Dios por el Papa Juan Pablo Segundo.
Por el momento, explicó que se analiza un posible milagro concedido por Dios a una niña originaria de Nuevo Laredo, por intercesión de Monseñor Ibarra y González, caso que se encuentra en el Dicasterio para la Causa de los Santos, en Roma.
El padre Reyeros, indicó que el testamento espiritual de Monseñor Ibarra y González, fue la docilidad de la Iglesia al Espíritu Santo; gran amor al Sagrado Corazón de Jesús, gran amor a la Virgen de Guadalupe; amor a la Cruz y obediencia al Papa.
El 23 de febrero de 1964, la Santa Sede inició el Proceso Diocesano de la Causa y un año después, el 11 de junio de 1965, se inició el proceso informativo sobre la fama de santidad, virtudes y milagros de Monseñor Ibarra.
El 12 de julio de 1973, el Vaticano lo declaró Siervo de Dios para iniciar un proceso de investigación de la vida y virtudes, camino hacia la futura beatificación y posterior canonización. Hace 32 años, el 9 de abril de 1990, el Papa Juan Pablo II lo declaró Venerable.
En la actualidad, la Arquidiócesis de Puebla, la Familia de la Cruz y toda la Iglesia católica de México, están trabajando por la Causa de Beatificación y Canonización de Monseñor Ramón Ibarra y González.