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Ciudad de México.- La Conferencia del Episcopado Mexicano -CEM- denunció que las estaciones migratorias del gobierno federal no son albergues, sino “prisiones en donde se criminaliza la migración irregular”.
El organismo cuyo presidente es Rogelio Cabrera López, y su secretario general Ramón Castro y Castro, y que aglutina a los obispos lamentó el fallecimiento de 39 extranjeros y 29 más que resultaron heridos, las el incendio en la estancia de migración de Ciudad Juárez.
El CEM cuestionó las políticas migratorias del gobierno federal ya que sólo buscan contener aspectos relacionados con la seguridad nacional, pero descuidan la protección de los derechos humanos.
«El hacinamiento, la sobrepoblación y las condiciones infrahumanas a las que son sometidas las personas en contexto de movilidad, son causa de las numerosas detenciones que realiza el Instituto Nacional de Migración (INM) como resultado de políticas migratorias de contención”, señala el comunicado de la CEM.
Y agrega: «No son albergues, son Estaciones Migratorias que en realidad operan como prisiones y como castigo ante la migración irregular. Como Iglesia, nos mantendremos siempre al lado de quienes más sufren, de los excluidos, de los pobres y de las personas más necesitadas”.
“El dolor y el sufrimiento por abandonar el hogar ya es demasiado, y no podemos permitir que su tránsito por México se convierta en un calvario para quienes dejan su familia y país, en búsqueda de una vida mejor”, señalan los obispos.
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