DiarioSinSecretos.com / Angy Bravo
Ciudad de México.- Como cada año, la delegación poblana, acudió en peregrinación a la Basílica de Guadalupe, encabezada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, que presidió la Santa Misa, y en donde destacó el gran amor de la Madre de Dios, que tiene al pueblo mexicano.
Esta peregrinación anual fue instituida en 1887 por el Obispo José María Mora y Daza, por sugerencia del sacerdote Ramón Ibarra y González, a quien el Obispo nombró Presidente de la Comisión Organizadora.
Entre las peregrinaciones más notables se encuentra la de 1904, año en que la Diócesis de Puebla fue erigida Arquidiócesis, el 8 de febrero, teniendo como primer Arzobispo de Puebla a Mons. Ramón Ibarra y González.
Las Peregrinaciones iniciaron en la Iglesia antes de la paz otorgada por el emperador Constantino en el 313. Las más antiguas peregrinaciones cristianas tenían como destino Roma, Tierra Santa y las tumbas de los mártires. Las peregrinaciones en honor a la Bienaventurada Virgen María cobran fuerza entre los siglos V-VII principalmente en Nazaret. Pero, no es sino hasta los siglos XIV-XVII cuando lograron su más alto esplendor y participación.
En la actualidad, la Iglesia ha encontrado en los últimos Papas el modelo de los peregrinos, que nos recuerdan que el cristiano es ante todo un peregrino (GS 7) y que la Iglesia misma es un pueblo peregrino (LG 8).
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