Entre tantas historias y canciones sobre la Revolución Mexicana, seguramente has escuchado el nombre de Adelita, ya referida como un tipo de vestido o como la musa de uno de los corridos más célebres de la época, ¿pero quién era en verdad Adelita?
Su nombre verdadero fue Adela Velarde Pérez, nacida el 8 de septiembre de 1900 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Su abuelo fue Rafael Velarde, un reconocido general que luchó del lado de Benito Juárez contra los franceses.Fue hija de una familia adinerada; sin embargo, desde adolescente, a la edad de 15 años, encontró que su vocación era la medicina y ayudar a las personas.
Para 1915, a cinco años de haber iniciado la Revolución Mexicana, se integró a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca y creo el grupo revolucionario “las adelitas”, cuya principal actividad era curar a los hombres que eran heridos durante combates.
Sin embargo, a Adela no se le supo reconocer su trabajo ni como enfermera ni “soldadera“, que es otro término como también se le conocen a las “adelitas”, a pesar de que estuvo en el campo de guerra acompañando a los hombres.
Debido a su destacada participación contra los huertistas fue designada oficialmente como veterana de la Revolución el 22 de febrero de 1941.
Muchos años después, en 1962 solo se le reconoció como una veterana más de la Revolución y por su oposición al Gobierno de Victoriano Huerta como presidente de la República entre 1913 y 1915. Archivos históricos refieren que murió en completa miseria en Estados Unidos a la edad de 71 años.
Un intenso romance con el sargento Antonio Gil Del Río Armenta, quien formaba parte del ejército de Villa, sería la razón del nacimiento del famoso corrido de Adelita.
Si Adelita se fuera con otro,
la seguiría por tierra y por mar
Si por mar, en un buque de guerra
Si por tierra, en un tren militar.
Las lenguas cuentan que el sargento y Adela estaban profundamente enamorados, y que cada noche él tocaba su guitarra y cantaba canciones de amor frente al vagón donde dormía su amante.
Sin embargo, su amor terminaría inesperadamente en la batalla de Torreón (también llamada batalla de Gómez Palacio) de 1914, uno de los capítulos más sangrientos de la lucha revolucionaria. Allí, el sargento Del Río fue alcanzado por las balas.
Adela lo sostuvo moribundo entre sus brazos en un intento desesperado de salvarle la vida. Dicen que en su último aliento el sargento le dijo a su amante que había un regalo para ella dentro de su mochila. Ese regalo resultó ser el famoso corrido.
Así, la primera “Adelita” cumple este martes 121 años, en un mes lleno de festejos patrios por la Independencia de México.
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