*Diagnóstico del poblano Manuel Espinosa, Presidente de la Cámara Textil
SIN LÍMITES / Por Raúl Torres Salmerón
El poblano Manuel Espinosa Maurer, actual Presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (CANAITEX), hizo un análisis de la situación de esa industria afectada por la pandemia de coronavirus.
-La industria textil está impactada por el contrabando, los abusos en los programas sectoriales y la subvaluación y lucha por salir del estado ‘coma’ en que se encuentra, como efecto de la pandemia de coronavirus.
-Al comienzo de la crisis sanitaria, la mayoría de las empresas pararon por completo sus operaciones, pues la actividad no fue considerada esencial, por lo cual las ventas y cobranzas cayeron 95 por ciento.
-El escenario es complicado, incluso datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señalan que en marzo, antes de la suspensión de actividades, la fabricación de prendas de vestir cayó 12.6 por ciento anual y en abril 77.9.
-La evolución de la enfermedad en algunas entidades federativas no ha permitido el reinicio de labores y es posible que algunas ya no lo hagan.
-Debido al confinamiento de la población, se detuvo la demanda de prendas básicas, como la ropa interior y tras la reapertura de tiendas ha habido reabasto, pero en la industria existe temor a que no sea una reactivación sostenida.
-Falta capital de trabajo, pues el deterioro de las finanzas de las empresas ha sido evidente al no tener ingresos y carecer de apoyos gubernamentales, además de la suspensión de pagos en las cadenas comerciales.
-Se han pedido créditos a la banca de desarrollo, no es sencillo y no hay las tasas de interés esperadas. El financiamiento es un factor indispensable en toda la cadena textil.
-La industria buscó con la Secretaría de Economía la reconversión, cambiar la línea habitual de producción a la manufactura de cubrebocas y batas, entre otros productos para la protección del personal sanitario que atiende a los enfermos.
-El objetivo era pasar de 10 por ciento de fábricas dedicadas a la manufactura de ese tipo de productos al 40 por ciento en total. Costó trabajo, pero al final se reconvirtió parte de la industria.
-La industria tiene un millón 200 mil trabajadores, de las cuales 70 por ciento son mujeres y representa 10 por ciento del empleo generado en el sector manufacturero formal.
-La exportación de productos asciende a 6 mil 200 millones de dólares al año.
-Pese a la suspensión de operaciones, la ilegalidad que aqueja al sector continuó observándose, como la venta de prendas de contrabando en los tianguis.
-Se importan a México mercancías terminadas bajo el programa Immex, creado para complementar la cadena de producción y después exportar, pero se introducen prendas de vestir para vender en el mercado interno a precios más bajos y no para exportarlas como debería ser.
-El Gobierno Federal debe suspender ese tipo de importaciones y fortalecer la industria, ya que los productos hechos en México tienen 37 por ciento de contenido nacional.
-Se ha perdido competitividad, ya que las compañías pagan el doble en tarifas eléctricas respecto de lo que cubre el sector en Estados Unidos.
El terrible panorama de la industria textil nacional se publicó en el diario La Jornada, el fin de semana.
Vale la pena destacar que el poblano es nieto de don Manuel Espinosa Yglesias, quien en 1950 adquirió e impulsó el Banco de Comercio, mismo que fue expropiado en 1982 por el Gobierno Federal.
Asimismo, que en la boda de Manuel Espinosa, celebrada en Atlixco hace cuatro años, asistieron como invitados los toreros españoles Cayetano y Francisco Rivera Ordóñez, así como Enrique Ponce, quienes le dieron sabor flamenco al festejo.
En fin, como escribió Pablo Neruda (Chile, 1904-1973), en su poema Por qué mi Ropa Desteñida:
¿Por qué mi ropa desteñida
se agita como una bandera?
¿Soy un malvado alguna vez
o todas las veces soy bueno?
¿Es que se aprende la bondad
o la máscara de la bondad?
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16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.