José Antonio Cuéllar M. / Libre Expresión
El aplazamiento para dar a conocer oficialmente la nueva tarifa del transporte público, refleja ante todo sensatez del nuevo gobierno para no incurrir en injusticias.
Los más urgidos de una nueva tarifa son los concesionarios del transporte, pero para los ciudadanos un aumento representa sangría a su economía, máxime que elevar el costo al pasaje no garantiza que haya un mejor servicio.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta, hay interés por modernizar el transporte público, que conlleva a la actualización de la tarifa del pasaje, pero las condiciones no son muy favorables para que se garantice que el servicio sea de primera, y eso tiene que ver que antes que se dé el aumento, los concesionarios están obligados a tener mejores unidades, mayor seguridad en el servicio, brindar mejor trato a los usuarios, garantizar recorridos que atiendan la necesidad de los usuarios, y tomar acciones de prevenir actos delincuenciales por parte de los choferes.
Una simple promesa de que los concesionarios están dispuestos a colocar cámaras de video vigilancia en las unidades del transporte, no garantiza que los asaltos se seguirán registrándose en detrimento de los usuarios.
Llama la atención el señalamiento de Arturo Loyola, uno de los representantes de los transportistas, acerca del aplazamiento del anuncio de la nueva tarifa del transporte público: ¿En verdad esta fue la razón para una evasiva más? ¿O se trata, otra vez, como ya se dijo de razones políticas en virtud de la próxima visita a Puebla del Señor Presidente de la República?
Esto, refleja que hay tensión entre el gobierno estatal y los transportistas, y es que los transportistas en una posición ventajosa adelantaron que la tarifa del transporte seria de 8.50 pesos, lo cual generó inconformidad de los ciudadanos y de paso envió la señal de un sometimiento del gobierno a los concesionarios.
Se suma la exigencia de las universidades –públicas y privadas- de exigir descuentos de la tarifa del transporte.
Todavía no se da el anuncio de la nueva tarifa y los comerciantes ya aplican aumentos de entre un 20 y 30 por ciento de los artículos dizque porque ya habrá nueva tarifa en el pasaje.
Bueno, hasta las vendedoras de tortillas hechas a mano, que pululan en los mercados, ya el kilo lo venden a 20 pesos, por la misma razón.
¿Cuál será el costo político por un aumento al pasaje? Hay que tomar en cuenta que en el 2021 habrá elecciones y al menos en Puebla, la marca Morena no está lo mejor posicionada como se quisiera, tan solo baste recordar los resultados electorales recientes en que se perdió la capital y la zona conurbada.
El gobierno de Miguel Barbosa, sopesa la conveniencia del aumento al pasaje, y de haber nueva tarifa, tal vez sea no sea de 8.50 pesos, sino tal vez de 7.50 pesos, dependiendo del compromiso que asuman los concesionarios para modernizar el transporte.
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