Por Lic. Sergio Herrera Vázquez
A partir del pasado martes 1 de enero, entró en vigor el aumento que corrige la política salarial del país, en su momento, el salario mínimo había perdido más de 70% de su poder adquisitivo generando como consecuencias la precarización del empleo, aumento a la pobreza y desigualdad.
El nuevo acuerdo logrado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), fue unánime, hecho sin precedentes que permitió saldar una deuda histórica con los trabajadores de menores ingresos,
De esta forma el Salario Mínimo General Nacional será de 102.68 pesos diarios y el salario mínimo fronterizo será de 176.72 pesos diarios.
La población a la cual la Conasami le fija el salario mínimo general es a los trabajadores que tienen una relación subordinada de trabajo, que labora para un patrón por una jornada completa y rige su relación laboral bajo el apartado A de la Ley Federal del Trabajo.
La Secretaría del Trabajo aclaró que el aumento al salario mínimo, no afecta los créditos de vivienda vigentes y en proceso otorgados por el Instituto del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), ni el pago de contribuciones u obligaciones ante el gobierno federal ni las entidades federativas.
Este paso es de vital importancia en la búsqueda de igualdad económica en el país, los ciudadanos trabajadores del país esperan seguir subiendo peldaños en la misión d aun México más justo y prospero.