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La cifra de muertos a causa del temporal Elliot, que ha provocado temperaturas gélidas en amplias zonas del Medio Oeste y del este de Estados Unidos, se eleva ya al menos a 22, después de que siete estados del país norteamericano hayan confirmado fallecidos durante las últimas horas. Según medios locales, como los Ángeles Times, muchas de estas personas perecieron en accidentes de tráfico o por congelación al quedar atrapadas en sus vehículos durante la tormenta de nieve.
De acuerdo con las informaciones recogidas por la cadena de televisión estadounidense CNN, ocho personas han muerto en Ohio —cuatro de ellas en un choque en cadena que afectó a 50 coches—, tres en Kansas, Nueva York y Kentucky, dos en Colorado y una en Misuri, Tennessee y Wisconsin, respectivamente. La tormenta dejó este sábado sin electricidad a más de 315.000 viviendas y empresas, en la víspera del día de Navidad. Los fuertes vientos, en ocasiones cubiertos de hielo y nieve, derribaron numerosas líneas eléctricas. En los días previos al fin de semana, el temporal había dejado sin suministro eléctrico a más de 1,7 millones de hogares en EE UU y Canadá. Los medios estadounidenses han informado de que estas Navidades están siendo las más frías desde que se registran las temperaturas en Estados Unidos.
El paso de Elliot dejó sin Nochebuena a miles de personas que intentaban reencontrarse con sus familias, puesto que unos 4.900 vuelos fueron cancelados este sábado, según datos del portal Flight Aware. Estos se suman a las cerca de 6.000 cancelaciones que hubo el jueves, provocando caos y desesperación en varios aeropuertos de Estados Unidos. Para este domingo, se ha confirmado la anulación de otros 800.
La tormenta está provocando desde el jueves temperaturas bajo cero desde Canadá hasta Texas, además de intensas nevadas, fuertes vientos y lluvias en casi todo el territorio. Más de 240 millones de estadounidenses, el 70% de la población del país, ha estado desde ese día bajo alguna alerta por el mal tiempo, según el servicio meteorológico nacional, el National Weather Service (NWS, por sus siglas en inglés). El último parte de este organismo, de las 21.45 horas del sábado, en horario peninsular español, señalaba que 3,9 millones de personas permanecían bajo alerta por tormenta de nieve, en el medio oeste, el noreste y el noroeste del país.
El país ha registrado mínimas de -48 ° centígrados en lugares como las Montañas Rocosas del norte, según el NWS. La agencia ha descrito la tormenta como “única en una generación” y ha pronosticado una “gran tormenta anómala” que durará todo el fin de semana de Navidad, con nieve, fuertes vientos y bajas temperaturas anormalmente “peligrosas”.
El NWS calificó de histórica “la peligrosa masa de aire frío sin precedentes” por un frente del Ártico que recorrió durante la noche del viernes la franja noroccidental de Estados Unidos, lo que se conoce como vórtice polar: una gran masa de aire frío en rotación que suele rodear el Ártico, pero que de vez en cuando se desplaza hacia el sur del polo. También Canadá, acostumbrada a la nieve y las bajas temperaturas de la estación, afronta un frío extremo que está azotando las provincias occidentales y que se extenderá por el este del país en las próximas horas.
Albergues para migrantes
El fenómeno meteorológico se extiende desde Nevada, parte de Utah, California, Idaho, Oregón y Wyoming, hasta el norte del Medio Oeste, los grandes lagos y los Apalaches centrales y septentrionales. El sábado ya se había informado de que la nula visibilidad, el hielo y las ventiscas habían provocado al menos siete muertos en accidentes de carretera en Kentucky, Kansas y Oklahoma, mientras comunidades ribereñas del centro y el este del país habían sido desalojadas por las inundaciones. En algunos condados del norte del Estado de Nueva York se ha prohibido la circulación rodada, informa desde Nueva York María Antonia Sánchez-Vallejo. “La gente debería quedarse en casa, no aventurarse en las carreteras”, aconsejó el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en declaraciones a la CNN.
En El Paso (Texas) se habilitaron albergues para que los migrantes llegados desde México pudieran refugiarse de las gélidas temperaturas, que llegaron casi a los -10º durante la medianoche del viernes. El miedo a sufrir una hipotermia, sin embargo, era menor que el temor a las autoridades migratorias y por eso muchos rechazaron el ingreso en un centro y optaron por dormir al raso “envueltos en mantas”, explicó a la agencia France Presse una voluntaria.
El presidente, Joe Biden, advirtió este jueves a los estadounidenses de que se tomen la tormenta “de forma extremadamente seria” y que sigan las recomendaciones de las autoridades. “Esta es realmente una alerta meteorológica muy grave. Y va desde Oklahoma hasta Wyoming, y de Wyoming a Maine. Y hay consecuencias reales, por lo que animo a todo el mundo a seguir las advertencias de las autoridades locales”, declaró Biden a los periodistas en la Casa Blanca. “Esto no es como las nevadas que veíamos cuando éramos pequeños, es algo muy serio”.
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