José Antonio Cuéllar / Libre Expresión
El poblano Rafael Moreno Valle Rosas, al igual que otros 9 está en la lucha por la presidencia nacional del PAN.
El panorama para el poblano es difícil pero no imposible. Diríamos que tiene su capital político, es buen negociador, aunque su pasado priista podría no favorecerlo, dado que la militancia se pronuncia porque el PAN retome sus principios ideológicos y su trayectoria humanista que lo caracterizó por décadas.
Rafael Moreno Valle, ha sido promotor de las coaliciones de partidos. Con una coalición ganó la gubernatura, y con una coalición, su esposa Martha Erika Alonso, ganó las elecciones del pasado Julio, al menos así lo ha reconocido el Instituto Electoral del Estado.
Rafael Moreno Valle Rosas, ganó una curul senatorial, perdiendo el PAN las elecciones presidenciales jugando con una coalición.
Hoy, su prioridad es luchar por la presidencia nacional del PAN; y como segunda opción ser coordinador de la bancada panista en el Senado. En cualquiera de ambas posiciones estaría en posibilidad de retomar el proyecto presidencial.
En la lista de aspirantes a la Presidencia Nacional del PAN están el diputado federal Marko Cortés; y el senador Jorge Luis Preciado, quienes representan la continuidad del proyecto de Ricardo Anaya y Damián Zepeda; El calderonista exsenador Roberto Gil Zuarth, y los conservadores Juan Carlos Romero Hicks y Marco Antonio Adame; el senador Héctor Larios, que va solo; Ernesto Ruffo Appel, de lo que queda del Foxismo; Francisco Búrquez Valenzuela, que representa el ala liberal.
El último en alzar la mano fue el exgobernador de Guanajuato Carlos Medina Plascencia, alias el “muñeco”.
Tras la derrota electoral presidencial, la clase política del PAN está dividida, hay resentimiento y mutuas culpas, aunque en agosto próximo tendrá que definir las reglas para elegir a su próximo dirigente nacional.
La militancia señala que el PAN antes de elegir a su presidente nacional, debe entrar a la etapa de la reconciliación, y definir una ruta clara hacia dónde quiere ir.
Las voces de la militancia panista es que el PAN recupere su vida democrática interna, y retome sus postulados ideológicos, para poder definir el rumbo, así la clase política estar en condiciones para elegir a su presidente que exige un perfil de conciliador, dispuesto a escuchar, construir acuerdos, y lograr la unidad.
Si el PAN no sale fortalecido del proceso interno, le pasará lo que al PRI que hoy está desahuciado.