Un hombre murió y al menos otras siete personas resultaron heridas en varios ataques a puñaladas en cadena ocurridos en la madrugada del pasado domingo en la ciudad británica de Birmingham.
Según los primeros elementos de la investigación, abierta por homicidio, nada permite pensar de momento en la hipótesis “terrorista” o la de un crimen de odio, sino más bien que se trataría de un conflicto entre pandillas, explicó uno de los responsables de la policía.
La policía de la segunda ciudad británica más importante declaró un «incidente mayor» y se lanzó a la búsqueda y captura del autor, aunque se desconoce de momento el móvil.
«Podemos confirmar que hemos abierto una investigación por asesinato», declaró Steve Graham, portavoz de la policía de West Midlands, que no se pronunció sobre la posibilidad de un vínculo terrorista.
“Estoy sorprendido” declaró Wayne Hopkins, un habitante de 67 años. “Normalmente, cuando hay una agresión con arma blanca, se trata de una persona o dos, pero no tantas” prosigue. Añade que quizá hubo un “puñetazo” y que las cosas degeneraron, “y si estaban drogados, ya no saben lo que hacen”.
Cara Curran, que trabaja en los clubs del Arcadian Center, de 18 años, dice que hubo “mucha tensión” en la noche. “No eran las peleas habituales de una o dos personas. Eran grupos de 15, 16 personas, y gente que se mezclaba en las peleas, porque salían de los clubs para ver qué pasaba”, relata.
La joven asegura asimismo haber escuchado “insultos raciales”, pese a que se trata de un lugar de asistencia “multicultural” muy conocido en Inglaterra.
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