A un mes de las elecciones presidenciales, reapareció el excandidato Ricardo Anaya Cortés, en una reunión que sostuvo con el aún presidente nacional del PAN Damián Zepeda, misma que se dio en un lugar alterno a la sede nacional del blanquiazul.
Anaya, compartió una fotografía acompañado de Damián Zepeda, en su cuenta de twitter.
La última vez que se le vio a Anaya en público, fue dando un discurso de reconocimiento del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, en donde dijo que como buen demócrata reconocía que los números no le favorecían.
Su reaparición se da en un momento en que el PAN está por definir las reglas del proceso interno para elegir a su próximo presidente nacional.
La lucha por la presidencia nacional panista, está reñida, nadie quiere dar su brazo a torcer, el propio Ricardo Anaya y Damián Zepeda, quieren continuar controlando el partido a través de Marco Cortés y Jorge Luis Preciado, pero la militancia exige nuevos aires, es decir una verdadera renovación, dicen las voces panistas.
Según encuesta de la firma Mendoza Blanco y Asociados, Ni Marco Cortés ni Jorge Luis Preciado, tienen la aceptación de la militancia.
Según la encuesta levantada del 28 al 30 de julio pasado pone nada menos que al poblano Rafael moreno valle, con el mayor porcentaje de votación a su favor, con el 37.7 por ciento; Luego al gobernador de Chihuahua, Javier Corral (De los panistas tradicionales con el 15.7 por ciento; y en tercer lugar Carlos Medina Plascencia, alias el “Muñeco” exgobernador de Guanajuato, con el 6.8 por ciento.
El calderonista Roberto Gil Zuarth, el 5.5 por ciento; Juan Carlos Romero con el 1.9 por ciento.
Como dicen los especialistas las encuestas son solo fotografías del momento en que se toman. No son definitorias, aunque el dar a Rafael Moreno Valle, a la cabeza, dice mucho.
Sus detractores lo descalifican por el hecho de haber militado en el PRI, que ya tiene muchos años, y en la actualidad está demostrando que tiene capital político, nada menos que en Puebla el PAN ganó la gubernatura, dígase lo que se diga en contra. Es un hecho real, Puebla sigue siendo un bastión panista.
Otra cosa cierta es que Ricardo Anaya y Damián Zepeda, tienen absoluto control del Comité Ejecutivo Nacional y también del Consejo Nacional, y en los hechos están en condiciones de imponer al próximo presidente nacional del PAN, aunque se advierte que se si impera el caprichito, habrá más desbandada de panistas s, y el destino del PAN sería desastroso.
Ya se verá si se escuchan las voces que quieren un verdadero cambio, o seguirá más de lo mismo.
El buen ejemplo o mal ejemplo de que se tome en el seno del PAN nacional, incidirá seguramente en los relevos de dirigencias estatales o municipales que están en puerta en los estados y municipios del país.
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