Vaticano.- Luego del Ángelus, el Papa Francisco, reiteró su llamado «¡Las armas se detengan, no traerán nunca la paz, que el conflicto no se amplíe! ¡Basta!”, con relación al conflicto que se vive en Medio Oriente.
El sumo Pontífice también pidió ayuda para Gaza y la liberación de los rehenes. Y dijo que «todo ser humano, ya sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo y religión, todo ser humano es sagrado, es precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz”.
“Expreso mi cercanía a las familias de las víctimas, rezo por ellas y por cuantos están viviendo horas de terror y angustia”, dijo el Papa.
“La guerra es una derrota: ¡toda guerra es una derrota!”, expuso el Papa y exhortó a los miles de fieles congregados en la Plaza San Pedro, orar por la paz en Israel y Palestina.
TEXTO de las palabras del Papa Francisco después del Ángelus
¡Queridos hermanos y hermanas!
Desde hace varios meses, Sudán está sumido en una guerra civil que no da indicios de detenerse y que está causando numerosas víctimas, millones de desplazados internos y refugiados en los países vecinos, y una gravísima situación humanitaria. Me siento cercano al sufrimiento del querido pueblo de Sudán, y hago un llamamiento de todo corazón a los dirigentes locales para que faciliten el acceso de la ayuda humanitaria y, con la contribución de la comunidad internacional, trabajen en favor de soluciones pacíficas. ¡No olvidemos a estos hermanos nuestros que están en prueba!
Mi pensamiento se dirige cada día a la gravísima situación en Israel y Palestina. Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes. Los abrazo en este momento oscuro. Y rezo mucho por ellos. Que cesen las armas, que nunca traerán la paz, y que no se amplíe el conflicto. Basta. Basta, hermanos, ¡basta! En Gaza, que se socorra inmediatamente a los heridos, que se proteja a los civiles, que llegue mucha más ayuda humanitaria a esa población exhausta. Liberad a los rehenes, entre los que hay muchos ancianos y niños. Todo ser humano, ya sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo o religión, todo ser humano es sagrado, es precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz. No perdamos la esperanza: recemos y trabajemos incansablemente para que el sentido de humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones.
Hace dos años se lanzó la Plataforma de Acción Laudato si’. Doy las gracias a quienes se han sumado a esta iniciativa y les animo a continuar por el camino de la conversión ecológica. En este sentido, rezamos por la Conferencia sobre el Cambio Climático de Dubai, COP28, que ya está cerca.
La Iglesia italiana celebra hoy el Día de Acción de Gracias, con el tema «El estilo cooperativo para el desarrollo agrícola».
Saludo con afecto a todos ustedes, peregrinos de Italia y de otras partes del mundo, especialmente a los sacerdotes de la archidiócesis de Szczecin-Kamień (Polonia) y a los grupos parroquiales de Augsburgo, Zadar, Poreč, Pula, Oporto y París. Saludo a los miembros de la Comunidad de Sant’Egidio de algunos países asiáticos y les animo en su compromiso de evangelización y promoción. Adelante, ¡ánimo! Y ayuden también a hacer la paz.
Saludo a los fieles de Volargne, Ozieri y Cremona. Acojo con afecto la peregrinación de fieles ucranianos y de monjes Basilianos -veo allí las banderas ucranianas- venidos de diversos países para celebrar el IV centenario del martirio de san Josafat. Rezo con ustedes por la paz en su martirizado país. Hermanos y hermanas, ¡no olvidemos a la martirizada Ucrania!
Y les deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no olviden rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.