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Por: Almudena Martínez-Bordiú
En la Audiencia General de este 1 de mayo, el Papa Francisco reflexionó sobre la virtud de la fe, la que definió como “el don más feliz” y como “la única virtud que nos está permitido envidiar”.
Al inicio de su catequesis, el Santo Padre precisó que esta virtud es “teologal” porque sólo podemos vivirla gracias al don de Dios”.
Precisó además que son “los grandes dones que Dios hace a nuestra capacidad moral”, al mismo tiempo que aseguró que “sin ellas podríamos ser prudentes, justos, fuertes y templados, pero no tendríamos ojos que ven incluso en la oscuridad, no tendríamos un corazón que ama incluso cuando no es amado, no tendríamos una esperanza que osa contra toda esperanza”.

