DiarioSinSecretos.com / Angélica García Muñoz
Buen día, nos sorprendió Dios, no lo esperábamos, pero el Señor siempre tiene sorpresas para nosotros, y dispuestos un grupo de laicos de Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús, llegamos a Huaquechula con el Padre Jose Luis Reyeros, responsable de la causa de beatificación del primer arzobispo de Puebla, Monseñor Ramón Ibarra y González, y encontramos una comunidad devota y hermosa.
Luego de la conferencia magistral del padre José Luis Reyeros, en donde dio la razón del porqué pedir la intercesión de Monseñor Ramón Ibarra, y de su primer encuentro providencial que tuvo con la beata Concepción Cabrera de Armida, que pronto se espera sea la primera Santa mexicana.
“Monseñor Ibarra, fue gran promotor de Santa María de Guadalupe, consagrando su arzobispado a ella e impulsando que las diócesis organizarán peregrinaciones una vez al año a su santuario – la Basílica de la Morenita del Tepeyac- en la capital del país, independientes al 12 de Diciembre, establecido.
A la Arquidiócesis de Puebla, le toca cada año peregrinación el 12 de febrero.
La Consagración a la Virgen de Guadalupe
Después de la Santa Misa vino la consagración preciosa a la Virgen de Guadalupe, a la cual se sumaron cientos de fieles, como en su tiempo lo hacía Monseñor Ibarra y González, con su método.
Qué bendición poder estar presente y ser parte del momento histórico en que la causa de Monseñor Ibarra avanza recorriendo los caminos de Dios , que en ese entonces recorrió Monseñor, quien murió en tiempos de la persecución religiosa, en la época revolucionaria de México.
Pese a sus llagas de sus pies por causa de la diabetes, el santo varón Ramón Ibarra y González, no desmayo, y solo la gangrena lo detuvo, pues perseguido por el gobierno de entonces aún así fundo 5 obras de religiosos ,religiosas y laicos y llevó amor y consuelo a los pobres y desamparados. Monseñor fue y sigue siendo el hijo del Consuelo para la Beata Conchita, el hijo del consuelo para Obra de la Alianza de Amor, el que abrazó la Cruz con amor hasta volverse misionero de ella, enseñando a la humanidad de forma paternal a amar con esa forma especial de Jesús, amor y dolor igual a entrega y comunicación al prójimo.