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Religión

México rinde homenaje al Papa Francisco con solemne misa en la Basílica de Guadalupe

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Diariosinsecretos.com/Angélica García Muñoz 

Ciudad de México, 21 de abril de 2025.- En un ambiente de profundo luto y devoción, la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe acogió una misa exequial en memoria del Papa Francisco, fallecido a los 88 años tras complicaciones de salud. Presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, la ceremonia reunió a obispos auxiliares, el Cabildo de Guadalupe, sacerdotes y miles de fieles que se congregaron para despedir al primer Papa latinoamericano, cuya vida estuvo marcada por su amor a los pobres, su mensaje de sinodalidad y su devoción especial a la Virgen de Guadalupe.

Una ceremonia cargada de simbolismo

A las 12:00 horas, las campanas de la Basílica repicaron durante más de cinco minutos, anunciando el inicio de la misa y resonando como un eco de luto y gratitud por el pontificado de Francisco. La bandera del Vaticano, izada a media asta en el atrio, simbolizó el duelo de la Iglesia universal. La procesión inicial, encabezada por el Cardenal Aguiar Retes junto a los obispos auxiliares y el clero, recorrió el interior del templo bajo la mirada de la Virgen de Guadalupe, cuya imagen fue un recordatorio constante de la conexión espiritual del Papa con México.

El altar, adornado con flores blancas y velas, reflejaba la solemnidad del momento. Los fieles, muchos con rosarios en mano y estampas de la Morenita, llenaron los pasillos de la Basílica, mientras otros seguían la ceremonia desde pantallas instaladas en el exterior. En redes sociales, como en posts de X, se compartieron imágenes de la misa, con mensajes que describían a Francisco como “el Papa de los humildes” y “el pastor que acercó a la Iglesia al pueblo”.

La homilía: un tributo al legado de Francisco

En su homilía, el Cardenal Aguiar Retes ofreció un mensaje conmovedor que capturó la esencia del ministerio de Francisco. “Fue un evangelio encarnado, un signo vivo del Resucitado. Su gusto era extender la Iglesia entre los pobres y los más vulnerables, llevándonos a todos a una conversión pastoral”, afirmó. El Arzobispo destacó la visión de Francisco de una Iglesia sinodal, que escucha y camina junto a todos, especialmente los marginados, y que cuida la “casa común” frente a los desafíos ambientales.

Aguiar Retes subrayó el profundo vínculo del Papa con la Virgen de Guadalupe, recordando su visita a la Basílica en 2016, cuando oró en silencio ante la tilma de San Juan Diego. “Francisco se encomendó a la Morenita en vida y en muerte. Hoy confiamos que ella lo ha recibido como hijo amado y peregrino fiel”, expresó. El Cardenal también interpretó el fallecimiento de Francisco durante la octava de Pascua como un signo de esperanza: “Su partida en este tiempo de resurrección nos recuerda que su vida fue un testimonio de la victoria de Cristo sobre la muerte”.

El Arzobispo exhortó a los fieles a vivir el legado de Francisco con acciones concretas. “Nos deja una Iglesia en salida, que acoge, que no juzga, que acompaña. Su mensaje de fraternidad y justicia debe impulsarnos a ser mejores cristianos y ciudadanos”, concluyó, invitando a todas las parroquias de la Arquidiócesis a celebrar misas por el eterno descanso del Pontífice.

Voces del clero: admiración y compromiso

El clero mexicano expresó su profundo respeto por el legado de Francisco. Monseñor Salvador González, obispo auxiliar de México, describió al Papa como “un profeta de nuestro tiempo”. “Con su humildad y valentía, nos mostró que la Iglesia debe estar en las periferias, con los olvidados. Su llamado a la sinodalidad nos compromete a seguir construyendo una Iglesia dialogante”, afirmó.

El padre Miguel Ángel Ortiz, sacerdote de una parroquia en Iztapalapa, destacó la cercanía de Francisco con el pueblo mexicano. “Su amor por la Virgen de Guadalupe y su mensaje de misericordia resonaron profundamente aquí. Nos enseñó que la fe se vive sirviendo a los demás. Hoy oramos por él, pero también nos sentimos impulsados a continuar su misión”, compartió.

Los fieles: entre el dolor y la gratitud

Miles de feligreses acudieron a la Basílica, algunos viajando desde estados como Puebla, Querétaro y Michoacán. Entre lágrimas y oraciones, expresaron su cariño por el Papa. Rosa María Hernández, una comerciante de 60 años, dijo: “Francisco era como un abuelo para nosotros. Siempre hablaba de los pobres, de no dejar a nadie atrás. Venir hoy es mi manera de darle gracias por todo lo que nos dio”.

Los jóvenes también se hicieron presentes, reflejando el impacto de Francisco en las nuevas generaciones. Ana Laura Gómez, estudiante de 21 años, comentó: “Me marcó su mensaje sobre cuidar el planeta y vivir una fe auténtica, sin miedo a cuestionar. Lo vamos a extrañar, pero su ejemplo nos queda para siempre”. Muchos fieles llevaron veladoras y flores, depositándolas cerca de una imagen del Papa colocada en el atrio.

Un adiós que une a México

La misa no solo fue un acto de despedida, sino una celebración del impacto transformador de Francisco en la Iglesia y en México. Su pontificado, marcado por gestos como lavar los pies a presos, acoger a migrantes y promover la justicia social, dejó una huella imborrable. En X, los usuarios compartieron frases del Papa, como “una Iglesia pobre para los pobres”, y agradecieron su liderazgo en tiempos de crisis.

El Cardenal Aguiar Retes cerró la ceremonia con un llamado a la unidad: “Que el espíritu de Francisco nos anime a ser una Iglesia viva, que sale al encuentro de los demás. Encomendémoslo a la Virgen de Guadalupe, que lo guía a la casa del Padre”. Mientras los asistentes entonaban el “Canto a la Virgen de Guadalupe”, la Basílica se convirtió en un espacio de comunión, donde el luto se transformó en esperanza y compromiso.

La memoria del Papa Francisco, el “Papa del pueblo”, seguirá viva en México, donde su mensaje de amor, justicia y cercanía con los más necesitados continuará inspirando a fieles y pastores por generaciones.

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