A sus detractores les ganan sus fobias y razonan con el hígado.
Por eso, se debe ser contundente al afirmar que el cambio de medidas cautelares a Mario Marín Torres que le permiten continuar en libertad condicional su proceso acusado de tortura contra la señora Lydia Cacho Ribeiro, es totalmente apegado a derecho y así lo hace saber María Mariela Rentería Alarcón, secretaria del juzgado segundo de distrito en el estado de Quintana Roo, dando cuenta con el oficio y anexos, registrado en el progresivo 13744 y lo proveyó la juez Angélica del Carmen Ortuño Suárez.
Asimismo, agrega oficio al que anexa la resolución dictada en el juicio de amparo 865/2023-1 del índice del juzgado tercero de distrito en el estado de Quintana Roo, con residencia en Cancún.
Primer punto resolutivo: La justicia de la unión AMPARA Y PROTEGE a Mario Plutarco Marín Torres, por su propio derecho, contra el acto que reclamó de la juez quinto de distrito en el estado de Quintana Roo, con residencia en esta ciudad, y del director del centro de readaptación social número uno “Altiplano” con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, consistente en la resolución de nueve de agosto de dos mil veintitrés, dictada en autos de la causa penal 26/2018, en la que se declaró infundado el incidente no especificado de revisión, cese y sustitución de la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa que la fue impuesta, ordenando la continuación de dicha medida de manera justificada, con vigencia de un año; y su ejecución.
Notificada la juez Angélica del Carmen Ortuño Suárez, dio cumplimiento a la sentencia federal.
A esto hay que agregar que, Mario Marín, ha cumplido 70 años y es presunto inocente.
Antes de contar algunos antecedentes, cabe una POSDATA: Las acusaciones de la señora Lydia Cacho Ribeiro contra Mario Marín Torres, se basan en sus dichos, en recortes de periódicos y en la palabra amañada de sus amigos.
No se conocen en persona Lydia Cacho y Mario Marín ni se conocerán
ALGUNOS ANTECEDENTES:
1.- La detención de la señora Lydia Cacho Ribeiro el 16 de diciembre de 2005, acusada de difamación y calumnias, no fue ilegal, toda vez que se conformó mediante el convenio de colaboración de los estados y la orden de aprehensión emitida por Rosa Celia Pérez González, juez quinto de lo penal de Puebla donde se ventilaba el proceso 345/2005.
Nunca fue maltratada, aunque argumentó tortura psicológica en el traslado desde Cancún, Quintana Roo; no pisó la cárcel y un día después salió en libertad pagando una fianza de 70 mil pesos. Únicamente estuvo en las oficinas administrativas de la procuraduría cuya titular era Blanca Laura Villeda, rindiendo su declaración que se asentó en el expediente que, hoy, extrañamente, no aparece, pues ahí reconoce y firma que no fue torturada.
La denuncia la presentó el empresario Kamel Nacif Borge, quien aparece en el libro “Los Demonios del Edén” como parte de una red de pederastas liderada por Jean Succar Kuri, mencionándose los nombres de Miguel Ángel Yunes Linares y Emilio Gambo Patrón.
2.- En su comparecencia, siempre estuvo custodiada por mujeres policías; el director de la policía judicial, Adolfo Karam Beltrán; personal de la Comisión de Derechos Humanos; por las priistas Rocío García Olmedo y Lucero Saldaña.
La señora Cacho y sus colaboradores, dijeron que se trató de un “secuestro legal”, palabras de Aracely Andrade, Abogada del CIAM, organismo encargado de ayudar a menores que sufren abuso y que presidía o preside Cacho Ribeiro.
Nunca explicó aquello de “secuestro legal”, pero eso sí, Lydia Cacho bromeaba que iría a firmar cada mes a la ciudad caribeña y pasaría por Puebla a comer un poco de molito poblano con pollo.
Una mujer “torturada” lo menos que quiere es regresar al lugar del “tormento”.
Hay que agregar que hizo su aparición el periodista Jorge Zepeda Patterson, de quien se decía era pareja sentimental de Lydia Cacho. No se olvidan sus gritos y amenazas: “No se la va a acabar el cabrón gobernador Mario Marín”, estilo de los periodistas que en verdad creen ser representantes del quinto poder.
3.- Durante el trayecto con los policías, Lydia Cacho les pidió varias veces su celular para hacer llamadas, reportándose constantemente con los periodistas Jorge Zepeda Patterson y Carlos Loret de Mola, a la postre persecutores mediáticos de Mario Marín Torres.
4.- Si bien se puede argumentar que la llamada telefónica entre Marín y Kamel Nacif fue un error y mal manejado en medios de comunicación, no era para hacer escarnio del entonces gobernador y menos para exigir su destitución, hecho en el que participaron priistas, panistas y perredistas.
5.- En 2007, el líder estatal del PAN, Rafael Micalco, lanzó la acusación mentirosa de que Felipe Calderón Hinojosa había pactado con Mario Marín Torres para ser apoyado un año antes en la elección presidencial que le ganó a Andrés Manuel López Obrador.
¡Falso!
Marín, fue asediado; amenazado si metía las manos en la elección y desde 2006 ya tenía el control Rafael Moreno Valle Rosas del PAN, del PRI, el PRD, el Verde, el PANAL, creando su propio Partido Compromiso por Puebla. Era una alianza que le alcanzó para ganar la gubernatura en 2010, con ayuda de Calderón y de la mafiosa maestra Elba Esther Gordillo.
Moreno Valle Rosas, quien renunció al PRI a principios de 2006, continuó con el apoyo calderonista, al grado de aspirar a la presidencia de México, convirtiéndose en el azote de López Obrador.
El pacto real fue Moreno Valle- Calderón-Elba Esther-Yunes, que se firmó en Bodegas del Molino del infausto empresario venido a menos, Ángel Trawitz, también protegido de Mariano Piña Olaya.
6.- Se convirtió Marín en el blanco de todo lo malo que ocurría en Puebla, incluyendo la negociación de tierras de la reserva Angelópolis, cuando en realidad los culpables de este robo en despoblado fueron Mariano Piña Olaya y Alberto Jiménez Morales. Y puede atestiguar Manuel Bartlett Díaz, siendo el encargado de echar atrás la “expropiación de tierras para utilidad pública” que pagaron los vivales a 4 pesos el metro cuadrado.
La venta a empresarios se hizo con una cantidad que entró a finanzas y la otra, la más fuerte, por abajo del escritorio. Bartlett, devolvió el dinero a “compradores abusivos a través de la secretaría de Finanzas y recuperó la reserva. Le tocó todavía una parte a Melquiades Morales y la colita a Marín.
Hay que seguir la huella del dinero con Piña Olaya y su secretario de Obras Públicas, Mauricio Romano del Valle; Federico Bautista Alonso, que se hizo multimillonario y fue funcionario con Melquiades; Ernesto Echeguren Barroeta, que también nada en dinero abusando de Atlixcáyotl y del Paseo San Francisco.
7.- En cierta ocasión, se encontraron en el antiguo Hotel del Alba el gobernador Manuel Bartlett y el empresario de origen libanés Juan Nakad Bayeh. El poblano le pidió interviniera para que Alberto Jiménez Morales recapacitara y tratara de enderezar los entuertos que armó con Piña Olaya, de lo contrario acabaría todo en los tribunales.
Nakad, también acusado de violación por Lydia Cacho, ya fallecido, cumplió y parte de las tierras se regresaron. Alberto Jiménez Morales, recién fallecido, meció la cuna de la corrupción con el guerrerense Piña Olaya.
POSDATA: Es una mentira trasnochada de aquellos que dicen que Mario Marín fue agredido en la secretaría de Gobernación por Kamel Nacif, quien se negaba a devolver las tierras que compró localizadas donde se levantaba el tianguis de la UDLA. No sucedió así y el libanés dobló las manos cuando fue acusado de evasión fiscal.
POSDATA 2: Ahora, con el escándalo del banco Asccendo, es cierto que Ana Teresa Castro Corro debe pagar las consecuencias, pero está demente el que dice que ella tiene que estar en la cárcel en lugar del periodista Arturo Rueda Sánchez.
Aparte de loco, ciego.
El video de la extorsión y la sentencia a Rueda, son una realidad irrefutable.
Por cierto, el reportero que tuvo la osadía de decir eso, fue sacado de pobre por el propio Mario Marín. Y hay otro periodista que besó la mano del de Nativitas y le juró amistad eterna, más cuando su esposa enfermó de cáncer y fue llevada a Houston para ser curada sin que le costara un peso. Finalmente, le dieron la espalda y su palabra sin valor se fue al cesto de la basura como la de muchos otros.