31/12/2024
Sin Secretos
No es cuestión de estilos ni de falsas poses, lo de Alejandro Armenta se llama sensibilidad y deseos de servir.
Es una necesidad personal de ver a los poblanos crecer y desarrollarse con mejores condiciones de vida, porque sabe lo que son las carencias, el trabajo en el campo, el esfuerzo de superación.
Tiene intacto en su pensamiento el ser útil, agradecido y acomedido, frase indeleble que la lleva tatuada en el cuerpo.
Los rostros que se vieron hoy en Libres y Oriental, zonas frías del estado, se iluminaron con la apertura de dormitorios; con la entrega de cobijas; el anuncio de dotar de elementos policíacos y equipos modernos que den seguridad a los ciudadanos; obras colectivas que cambiarán rostro de los municipios; alimentar la fórmula para hacer realidad la riqueza comunitaria.
A unas horas del año nuevo.
Un gobernador que se acerca a la gente, le abraza y estrecha, siempre alentará la esperanza de ser mejores; no es común.
Unidad, libre de rencores, es lo que hace fuerte a una sociedad
Desde la campaña lo ofreció.
Es un hombre de palabra.
Caminará todo el estado nuevamente; así lo ha hecho durante 34 años.
Pensar en Grande por Amor a Puebla, no es un simple slogan, es la práctica cotidiana. Quiere Armenta lo mejor para los poblanos.
Va de la mano con Claudia Sheinbaum, la presidenta que ha empezado a cambiar la percepción que sus detractores tenían, demostrando que, aparte de ser una mujer preparada, está decidida a pasar a la historia como la gran transformadora de la nación. Los 36 millones de votos que logró en las urnas, se multiplicarán al paso del tiempo.
Sheinbaum y Armenta, dejarán huella, no tengo duda.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.