Angélica García Muñoz / Diario Sin Secretos
El acontecimiento más grandioso en la historia de la humanidad es la Navidad, y para la Cristiandad, el nacimiento del Niño Jesús, invita abrir nuestros corazones al Amor, y con ello abrir la puerta a la esperanza de un mundo mejor.
En los últimos tiempos, las fiestas navideñas han tomado un fin más material y comercial, y menos espiritual y religioso, de ahí la necesidad de volver al verdadero significado de esta grandiosa celebridad, con un sentido más humano y de solidaridad hacia nuestros semejantes.
La Navidad se celebra en todas partes del mundo aunque con costumbres y rituales diferentes, pero a éstas diversas maneras de conmemorar la fecha nos une la celebración del nacimiento de Jesús hijo de Dios, en un pesebre, donde el sello característico es el Amor y la Humildad.
El árbol de Navidad es un símbolo de uso universal, decorado con luces multicolores y considerado uno de los símbolos más hermosos y conocido de la Navidad, al igual que el pesebre que reproduce el nacimiento del niño Jesús, forman parte de los tradicionales adornos en los hogares.
La Navidad es encuentro familiar, se dan aguinaldos, sonrisas, abrazos, regalos y buenos deseos; en las calles hay ambiente festivo, no faltan las luces multicolores y los arreglos de temporada en inmuebles, casonas y parques.
En miles de familias prevalece la tradición de ir a los templos a dar gracias a Dios por los favores recibidos, y decidirse a una vida mejor; en los hogares hay una posada y canto de villancicos, y la cena reúne a los miembros de la familia.
El espíritu de la Navidad para algunas personas es únicamente un estado de ánimo, pero para otras es el manto protector que envuelve al mundo durante los días que se recuerda el nacimiento de Jesucristo.
Aunque hay personas consideran a la Navidad únicamente como forma de diversión, y de realizar compras, sea cual sea el concepto que se tenga sobre este gran acontecimiento, es una invitación para reflexionar acerca de nuestra vida, de la familia, de cada encuentro.
Que en cada adorno, pieza musical y encuentro sea un motivo para crear un ambiente de paz que nos encamine a un encuentro personal con Dios por medio de su hijo el Niño Jesús
Dios bendiga a todas las familias.