DiarioSinSecretos.com / Angélica García Muñoz
Sacerdotes, religiosas, laicos de los diferentes movimientos integrado en el CODAL y parroquias, se reunieron en el Seminario Palafoxiano, en la XVI Asamblea Diocesana de Pastoral, ante el llamado del Papa Francisco a impulsar la cultura de Sinodalidad, que implica “el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio.
Caminar juntos es un deseo de ayer y hoy, Jesús le pide al Padre que todos seamos uno. No es fácil caminar juntos, cada uno quiere seguir sus propios deseos.
“Dejar las puertas y ventanas abiertas, no se limiten a tomar en cuenta solo a los que asisten – a las parroquias- lo piensan como ustedes, dejen que todos entren.. salgan al encuentro y dejen que los cuestionen, dejen que sean de ustedes sus preguntas, dejen caminar juntos: él Espíritu los conduciría”, ha sido el llamado papal a los miembros de la Iglesia.
Los trabajos fueron encomendados al Espíritu Santo, para que ayude a los miembros de la Iglesia a construir juntos, en nuestras familias, en nuestras parroquias, y en nuestra Arquidiócesis de Puebla, una Iglesia Juntos, en unidad, en Koinonia, en donde todos sean compañeros de viaje.
Como resultado del proceso de escucha, impulsado en Puebla como aporte al Sínodo sobre la Sinodalidad, se destaca 12 núcleos temáticos proporcionados por las comunidades de vida religiosa, movimientos laicales, presbiterio y fieles.
Los núcleos temáticos, en el mundo implican 41 desafíos pastorales para la Iglesia Universal, de los cuales 12, corresponde a la Iglesia de América Latina y el Caribe.
- Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial, y sociedad, como agentes de transformación.
- Acompañar a las víctimas de las injusticia sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación.
3) Impulsar la participación de las mujeres en los ministerios, instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial.
4.- Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana, desde su concepción hasta la muerte natural.
5) incrementar la formación en la Sinodalidad para erradicar el clericalismo.
6) Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial.
7) Escuchar el clamor de los pobres excluidos y descartados.
8) Reformar los itinerarios formativos de los seminarios, incluyendo temáticas, como: Ecología Integral; Pueblos originarios; Inculturación; Interculturalidad; y pensamiento social de la Iglesia.
9) Renovar, a la luz de la palabra de Dios y el Vaticano II, el concepto y experiencia de Iglesia-pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo, y favorezca la conversión pastoral.
10) Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en las comunidades, a partir de los “Cuatro Sueños de Querida Amazonia”, de promoción de una conversión ecológica.
11) Propiciar el encuentro personal con Jesucristo Encarnado en la realidad del Continente.
12) Acompañar a los Pueblo Originarios y Afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas.
En otras partes del mundo, se plantean otros retos, como:
13) Fortalecer la dimensión social de la Evangelización.
14) Acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes y refugiados.
15) Promover mas decididamente las comunidades eclesiales de base, y pequeñas comunidades como una experiencia de Iglesia Sinodal.
16) Impulsar la transformación de una Iglesia más cercana, abierta, sensible y comprometida con los problemas de nuestras pueblos.
17) Generar una conversión ecológica que favorezca la corresponsabilidad en las acciones personales, comunitarias e institucionales, en favor d ella casa común.
18) Identificar y revisar las estructuras pastorales caducas para la transmisión de la fe, y abrazar la piedad popular como camino de nuestra Iglesia.
19) Vivir la comunidad de nuestra vocación bautismal para superar el clericalismo y autoritarismo.
20) Promover una Iglesia, casa de acogida, en la que se integren las diversidades culturales, étnicas y sexuales.
21) Favorecer, acompañar y fortalecer la centralidad de la familia en la sociedad humana.